En busca de mi PAPÁ (Editando)

Capitulo 5.

Nunca había comido tan rápido en mi corta vida. Realmente quiero salir a pasear con mi papá ahora que él está feliz. Tal vez podría preguntarle todo lo que siempre quise saber sobre cómo conoció a mi mamá, y un montón de cosas más.

Disfruté mi baño como nunca lo había hecho. Llené la bañera con mucho jabón líquido creando mucha espuma y luego entré al agua, que por cierto estaba tibia. Quisiera bañarme así todos los días. Cerré mis ojos y me relajé en el agua, disfrutando las burbujas.

"GINA!!" Salté de golpe cuando escuché el grito de mi papá del otro lado de la puerta. "Dije que tenía que ser un baño rápido, llevas mas de 15 minutos ahí adentro. ¡Date prisa!"

"¡YA VOY!" Grité de vuelta.

"No entiendo qué tanto hacen las mujeres en el baño.."

"No soy mujer, soy niña!"

"Es lo mismo. Ahora sal de ahí o me voy a arrepentir de ir al parque."

"No no no no no."

"Quiero que estés lista en un minuto. Te esperaré en la sala."

Salpiqué el agua cuando dejé caer mi brazo bruscamente comenzando a hacer un berrinche dentro de la bañera. Él es tan impaciente! Debería ser un poco más tolerante y más alegre. Todos los adultos son iguales, gruñones y aburridos. Tendré que enseñarle a divertirse y a relajarse.

Cuando estuve lista con la ropa nueva que me compró mi papá, salí hasta la sala. Él estaba sentado en el sofá viendo su reloj impacientemente y golpeando el piso con la punta de su pie.

"Ya estoy lista." Dije acercándome a él.

"Ya era hora, pensé que estarías lista en la noche." Dijo sin mirarme y se levantó del sofá.

"Fue porque me tardé haciendo los lazos de mis zapatos y peinando mi cabello." Respondí sonriendo, y él miró hacia abajo para verme. Sus ojos se abrieron más de la cuenta.

"Esa ropa te queda muy bien, sabía que las rayas eran lo tuyo." Dijo mirando mi nueva camisa de rayas azules. "Tu cabello es un verdadero desastre, ¿estas segura que tardaste media hora peinándolo para dejarlo así?" Frunci el ceño.

"Yo no sé peinarme sola. Mi cabello es muy largo y mis brazos son muy cortos." Él puso los ojos en blanco.

"Bueno, trae un cepillo. Voy a peinarte." Abrí la boca sorprendida. ¿Él va a peinarme? "Corre, no te quedes ahí parada con la boca abierta. Yo he peinado a todas mis hermanas, eso es algo que puedo presumir. No todos los hombres saben como peinar niñas." Soltó una risita y luego se puso serio al verme.

Me peinó el cabello con una rapidez increíble y ni siquiera me dolió. Ya veo que no estaba mintiendo, él si sabe peinar.

"Listo, quedaste hermosa." Sonreí moviendo mi cabello de un lado a otro. "Ahora vámonos, seguramente ya cerraron el parque."

"Pero es muy temprano aún."

"Bueno, tenemos que averiguarlo... Yo nunca voy al parque, así que no me sé el horario de entrada ni el horario de salida."

"¿Nunca vas al parque?" Pregunté abriendo los ojos como platos.

"Es que no tengo 5 años, ¿sabes? Ya soy adulto, y los adultos no vamos al parque... A menos que sea una situación de emergencia extrema, como por ejemplo enterarte que eres padre sin ningún tipo de explicación, sin previsión, sin anestesia, sin nada." La última parte la dijo en voz baja pero pude escucharlo. "Vamos Gina, se nos hace tarde."

Salimos de casa caminando. Mi papá dijo que el parque quedaba a un par de cuadras así que no necesitaba llevar su auto deportivo.

"Gina, deberías darme la mano para caminar... Solo por precaución... Si ya te sientes muy grande para caminar de la mano entonces dímelo. Puedes hacer lo que quieras."