|| ʙᴏss sᴡᴇᴇᴛʜᴇᴀʀᴛ || ʜᴀʀᴜᴛᴏ ᴡᴀᴛᴀɴᴀʙᴇ ||

🥀↳˳⸙;; ❝ O ᵕ̈ ೫˚∗: 🥀

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Como de costumbre, Yuri comenzó su trabajo dentro de su pequeña tienda.

Las variedades de aromas llenaron el interior del lugar. 

Las carreteras parecían muy transitadas desde las ventanas. 

Se preparó para su día, arreglando las velas y las botellas de una manera exótica donde los clientes encuentran irresistible pasar inactos. 

Desde que tenía 3 años, su sueño era tener sus propias fragancias, tal vez su propia compañía. 

Ella sabía que nunca sería posible, así que trató de llenar su corazón con una pequeña tienda cálida y acogedora, donde pudiera ver el ajetreo de la vida en estos días. Qué trágico. 

Se anunció el tintineo de las campanas. Un nuevo cliente. Un nuevo día. 

— Buen día señor, ¿Como puedo ayudarte? 

Saludando con la sonrisa más amistosa que pudo, le dio la bienvenida a un hombre con una sudadera con capucha negra, la mitad de su rostro escondido, y su largo flequillo.  Su altura ligeramente por encima de su cabeza.  La vista era irresistible, la dejó asombrada.

— ahhh, ¿qué tipo de fragancia le gusta a una chica? — preguntó.

Sus repentinas palabras dejaron un efecto en ella mientras saltaba de su mundo de sueños.  Tratando de no parecer una idiota, se aclaró la garganta y miró al joven.

— ¿Qué tipo de fragancia quieres? ¿Puedes especificar

— ¿Qué te gusta? 

— Mmmm me encantan las flor- espera ¿Que? — Casi se atragantó con sus palabras cuando el extraño preguntó — ¿Por qué quiere saberlo? —

— ¿Cometí un crimen? — preguntó el extraño.

— sí- me refiero a- NO no no, solo estaba distraída. Ermm déjame encontrarte algunos de mis favoritos. Usted puede-

— Te deseo. 

— Qu-

Sus sentidos comenzaron a desacelerarse debido a que este extraño hombre salía ahora de la tienda miró los lados y regreso a ella, vistiendo ropa tan pesada en medio del verano. 

— ¿Acabo de notar su ropa ahora?  Hah, este chico seguro está coqueteando.

Tiene pensamientos acumulados en su mente sobre este chico. 

— señor perdón pero-

— Quiero el aroma que llevas ahora. Me gusta. 

Él inhaló el aroma y sonrió con satisfacción.  Este aroma fresco sin duda despertó su cuerpo opaco. ¿Fue el olor? O ella?

— Un momento — Haciendo todo lo posible por lucir normal, comenzó a buscar entre las pequeñas botellas para encontrar el aroma preferido mientras se abofeteaba mentalmente por qué se comportaba de manera tan extraña frente al cliente. — Aquí está tu botella, ¿qué diablos?.

Él desapareció. Ella miró la botella con incredulidad.  ¿Cómo podría alguien irse así?  ¿Era demasiado raro?  Salió de la tienda pero no había señales de él. 

Un suspiro cansado escapó de sus labios cuando regresó a la tienda y dejó la pequeña botella en la mesa antes de sentarse en el mostrador. 

— ¡hora de algo nuevo! —

Pasaron más horas y llegó el momento de cerrar, las horas pasaron demasiado rápido.

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