|| ʙᴏss sᴡᴇᴇᴛʜᴇᴀʀᴛ || ʜᴀʀᴜᴛᴏ ᴡᴀᴛᴀɴᴀʙᴇ ||

🥀↳˳⸙;; ❝ 2 ᵕ̈ ೫˚∗: 🥀

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— Buenos días, chimp- ¿dónde está? —

Yoonbin frunció el ceño porque no vio a Yuri en su habitación. — ¿A dónde fue? 

Miró el reloj y eran solo las 7 de la mañana.  ¿A dónde iría tan temprano en esta maldita mañana? 

Sus ojos ansiosos buscaron todos los rincones de la casa, pero no hubo rastro.  Revisó la cocina y no encontró nada.

¿No volvió a casa en absoluto?  Entonces, ¿dónde está ella?.

Yoonbin volvió corriendo a su habitación y marcó su número. Apagado.

— Qué diablos esta chica. 

Se sentó en la cama, sus manos se acariciaron el cabello con frustración. No podía dejar de pensar en ella ...

— Yuri dónde estás ...

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—

Haruto ¿quién es ella?  ¿Y por qué la trajiste aquí?  Todavía tenemos que encontrar-

— Suficiente — Su cabeza se inclinó como un psicópata mientras tenía sus ojos pegados en Yuri quien estaba acostada pacíficamente en la cama sin saber nada. 

Siguió observándola hasta que Asahi lo hizo entrar en razón. 

— ¿estás bien?  —

—  Si, dime no hay nuevas noticias?.

— Nada.  Excepto por el hecho de que algunos lo vieron subiendo a un autobús.  Eso es todo. 

— Interesante.

— ¿Qué pasa contigo y esta chica?

— Parece demasiado inocente, es intrigante. 

— ¿qué carajo? — Asahi no entendía nada.

— Sí maldición, Asahi hay algo en ella que es demasiado ...

— ¿también?  — Asahi miró a esta chica que se quedó allí dormida en completa paz — ¿Qué tiene de especial esta chica?  ¿Qué adora él de ella? 

— Maldita sea, quiero quitarle tanto su inocencia —

Asahi estaba a punto de decir algo pero su teléfono sonando en su bolsillo lo detuvo.  Él tomó la llamada y se fue a un lado mientras hablaba, dejándolos a ambos solos. 

Haruto Pov

Me senté a su lado en la cama. Sus rasgos inocentes descansaban pacíficamente mientras mantenía los párpados cerrados. 

Recuerdo esos ojos de bambi anoche cuando la vi.  Su piel impecable resplandeció cuando el rayo matutino se reflejó en ellos. 

Extraño. 

Mis ojos disfrutaron de cada rasgo de ella.  Labios naturalmente rosados ​​que se ven lo suficientemente sabrosos y regordetes como para comerlos en este momento. 

Esa pequeña nariz me está volviendo loco.  Su adictivo aroma dominaba el aire a mi alrededor.  Volviéndome aún más loco por ella. 

Cómo su cabello cubre su elegante cuello con clavículas detalladas. 

— Has cometido un gran crimen — Mis manos trazaron involuntariamente su rostro. Se ve demasiado frágil como si fuera a romperse si la toco — y lo vas a pagar niña. Gravemente.