|| ʙᴏss sᴡᴇᴇᴛʜᴇᴀʀᴛ || ʜᴀʀᴜᴛᴏ ᴡᴀᴛᴀɴᴀʙᴇ ||

🥀↳˳⸙;; ❝ 1 ᵕ̈ ೫˚∗: 🥀

🥀🥀🥀

— Señor, ¿qué pasó?  Estoy confundido. 

— Asahi te quiero enfrente de mí en 10 minutos. Muévete. Ahora. 

— pero la botella-

— ¡Olvida las estúpidas botellas!  Dije muévete ahora. 

🥀🥀🥀

En un segundo, la sombra negra se perdió de vista. 

— ¿Que esta pasando? — Asahi entró por las puertas, cien cabezas hacia abajo para él. 

Su sonrisa creció en orgullo mientras entraba, con las manos en el bolsillo.  Una vista arrogante pero etérea.  Se detuvo en una habitación específica, donde colocó su mano en la pared, inmediatamente abrió la puerta en un abrir y cerrar de ojos. 

— ¿qué está pasando? 

Sus ojos se clavaron en el respaldo de las sillas, Su mirada fría no se movió en absoluto. 

— demasiado — Una voz oscura y magnética llenó el interior de la habitación en silencio. La atmósfera parecía más oscura, después de quien quiera que hablara. 

— Ahora estás poniendo a prueba mi paciencia — La ligera risa de Asahi duró un segundo hasta que todo volvió a ponerse serio.  Sus ojos se clavaron en la silla, sus oídos esperando ansiosamente la causa de este "demasiado" según dicho por su jefe.

— Ese hijo de puta se escapó.

— ¿Qué?  ¿Cómo?  ¿Dónde está Jae- — Asahi fue interrumpido.

— No preguntes, quiero a ese bastardo frente a mí.  Antes de la puesta del sol. 

Él hizo énfasis en las últimas palabras, determinando cuánto quería a ese "imbécil" frente a él. Estaba tan ansioso. ¿Pero por qué? 

— Estoy llamando a Jaehyuk. Necesita una lección.  — habló Asahi

— Detente, ya ordené que lo trajeran, dejalo. El equipo y él lo encontrarán. Por ahora, ¿cómo está papá? 

— sin mejora —

Un profundo suspiro escapó de su boca.  Molesto.  Motivado.  Demasiadas cosas en su cerebro.  Se sintió frustrado por todo lo que sucedía a su alrededor.  Su puño cerrado tiró todo lo que estaba sobre el escritorio.  Gritó mientras trataba de controlarlo por dentro.  Finalmente falló.

— hey haru ... Haru cálmate ... — Dijo Asahi con miedo en su voz.

🥀🥀🥀

—

¡ahhhh eso fue tan agotador! .

Yuri arrojó su bolso de mano en el pequeño sofá de su acogedora sala de estar y fue a tomar un vaso de agua antes de detenerse en la puerta de la cocina. 

Su sangre se enfrió, todo su cuerpo se congeló. Lágrimas listas para brotar de sus pequeños ojos. Después de 2 años.

— ¿Eres tú?