Capítulo 19

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𝗢𝟭𝟵: 𝗨𝗻 𝗴𝗿𝗮𝗻 𝗽𝗮𝘀𝗼

"El dolor mental es menos dramático que el dolor físico, pero es más común y también más difícil de soportar

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"El dolor mental es menos dramático que el dolor físico, pero es más común y también más difícil de soportar."
-C. S. Lewis

Spencer

Caminé a primera hora hacia la cafetería "Kope" en busca de algo bueno que tomar, pues la cafetera de la UAC se había descompuesto una vez más. El clima era fresco y por eso una corriente bajaba por mi espina dorsal cada que una corriente de viento soplaba, por lo que un café era todo lo que necesitaba. Las puntas de mis dedos y nariz estaban rojas, haciendo que la sensación de frío se acumulara ahí. Entré al lugar y una campanita sonó, algo que no había pasado las veces anteriores en las que había entrado. El cambio de temperatura gracias a la calefacción me dio una sensación de alivio, pero se fue rápidamente al notar que el lugar estaba completamente vacío. Quizá por la hora era normal no encontrar a mucha gente haciendo pedidos, pero tampoco había alguien detrás del mostrador. De pronto el ambiente pesado me puso nervioso y quise salir de ahí, suponiendo que quizá Kyomi no estaba y que la persona encargada había abandonado su puesto de trabajo por alguna razón lógica. Entonces escuché un ruido. Sonaron materiales pesados chocando entre sí, el sonido venía de lo que parecía ser la cocina. Me acerqué a paso lento al mostrador y giré a ver a todos lados, intentando ubicar alguna habitación detrás de este. Otro ruido más. Logré divisar una puerta de madera oscura con un letrero que tenía grabado con letras doradas "sólo personal autorizado". Puse una mano en la funda de mi arma, mientras me acercaba con pasos cautelosos a la puerta. Me quedé ahí, esperando a escuchar algo más, pero sólo había un silencio abrumador. Escuché un sollozo tan corto que pensé que lo había imaginado, pero poco después se escuchó otro. Puse una mano en la manija fría mientras sacaba el arma y apuntaba hacia el suelo. Apenas se abrió un poco cuando comencé a revisar el interior, había acertado, era la cocina. No vi nada sospechoso, pero escuché otro sollozo más. Este sonido me guio hasta la esquina que estaba junto a la puerta y ahí, debajo de una mesa de metal, pude divisar un cuerpo en posición fetal. Noté el uniforme de la persona que se encontraba llorando, para después observar sus pies temblorosos y su cabello azabache un poco desarreglado.

—Kyomi, ¿Te encuentras bien?

Guardé mi arma y ella alzó su rostro, pues lo estaba escondiendo entre sus brazos, mientras éstos se recargaban en sus rodillas. Lágrimas bajaban por sus mejillas como si de una cascada se tratase y su nariz estaba roja —a comparación de la mía, era por el llanto—, sus ojos también estaban bastante irritados. Pude notar que me observó con miedo y no sé qué expresión puse yo, pero se puso de rodillas para poder rodearme con sus delgados brazos. Siempre lo repito, el contacto físico no era ni de cerca mi mejor amigo, pero por la intensidad con la que lloraba y la fuerza con la que me abrazaba podía notar que era uno de esos abrazos en los que entregas hasta el alma, cuando esta está rota desde lo más profundo.

𝗨𝗡𝗔 𝗡𝗨𝗘𝗩𝗔 𝗚𝗘𝗡𝗜𝗢 (𝖫𝖮𝖲 𝖱𝖤𝖨𝖣 #2) ━━ 𝖲𝖯𝖤𝖭𝖢𝖤𝖱 𝖱𝖤𝖨𝖣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora