Cap 7

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—Lunes por la mañana, Hongjoong se levantó a la hora acostumbrada.

Estaba un poco cansado, pues se había quedado hasta tarde empezando el proyecto que su profesor le indicó. El viernes había regresado tarde a su casa; su madre no le dirigió palabra alguna, pero tampoco ocultó su felicidad. Hongjoong ya sabía por qué esa sonrisa victoriosa.

Al bajar, encontró a su madre en la mesa con un café en la mano y, como todo hombre educado, Hongjoong saludó.

—Buenos días, mamá —dijo mientras se dirigía a la cocina para hacer su desayuno y el de su madre.

—Buen día, hijo —respondió su madre. Hongjoong pudo notar que estaba de muy buen humor—. Escucha, hijo, quería hablar contigo. No me gusta que las cosas entre nosotros estén tensas. Quiero disculparme por presionarte tanto... si tú no querías contarme, tenías derecho a no hacerlo; es solo que, como tu madre, quiero que sepas que puedes confiar en mí sin importar qué.

Hongjoong miró a su madre, un poco sorprendido por la repentina disculpa.

—Bueno, yo también te debo una disculpa. No debí contestarte así. Disculpa, mamá, ¿todo bien entre nosotros?

—Claro, hijo. En fin, deberías terminar de cocinar o te vas a retrasar.

Hongjoong terminó su desayuno y el de su madre, tomó sus cosas, y antes de salir, le dio un pequeño beso en la mejilla a su mamá, con un peso menos en su espalda al saber que habían aclarado las cosas.

Hongjoong terminó su desayuno y el de su madre, tomó sus cosas, y antes de salir, le dio un pequeño beso en la mejilla a su mamá, con un peso menos en su espalda al saber que habían aclarado las cosas

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Hongjoong llegó a su trabajo una vez más, esta vez esperanzado.

Él y Yunho habían acordado que si aquel cliente guapo aparecía de nuevo, Hongjoong no iba a escapar, no esta vez. Yunho le dio un par de consejos para poder mantener una conversación estable con el muchacho.

—Hola, hyung, ¿listo para hoy? —preguntó Yunho con una sonrisa maliciosa.

—No sabemos si vendrá hoy, Yuyu —dijo mientras se preparaba.

—Bueno, en caso de que lo haga, ya estarás preparado.

Rano entró al establecimiento y saludó como siempre.

—Hoy estará igual de lleno que la vez pasada, chicos —dijo Rano con un tono de voz cansado.

—¿Por qué lo dices?

—Un modelo viene a inaugurar una tienda con su nueva marca de ropa. Lo más probable es que todos los establecimientos se llenen de gente, así que prepárense mentalmente —dijo con suplicio.

—Si ven el lado bueno, ganaremos más dinero; por fin me podré comprar esa lencería que...

—¡Yunho!, no queremos saber si te compras lencería o no —dijo Rano molesto, mientras Hongjoong solo aguantaba la risa.

—Como sea, ya es hora de trabajar.

Los tres pusieron manos a la obra y, tal como dijo Rano, estaba lleno, bastante. Sin embargo, lograron sobrevivir la mayoría del tiempo y solo les faltaba media hora. El centro comercial se había vaciado una vez que el evento terminó. Hongjoong empezó a cambiarse mientras Yunho atendía a los últimos dos clientes.

Lᴏɴᴇʟʏ- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora