One-Shot Parte 2

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Dos cabelleras rubias se asomaron por un arbusto de aquel parque cuando ya no escucharon las voces de sus parejas, al ver que se encontraban solos sus cuerpos se relajaron dejándose caer en el pasto mientras soltaban un suspiro de alivio, habían podido escapar de sus chicos.

Muchas personas creerían que eso es egoísta de parte de ellos pero no todo lo contrario sólo estaban queriendo tener un momento de paz, Kisaki y Takemichi cruzaron miradas para después alejarse de golpe, el de ojos azules pego un grito mientras que el de lentes le dio un fuerte zape en la cabeza.

—¡Cállate! Esos monstruos tienen un odio desarrollado.

—¡Si, pero el golpe estaba de más—se acaricio con cuidado la zona del golpe—.

—Tú solo entiendes a golpes, no de hecho no entiendes de ningua forma.

—¡Pues perdón por no rendirme!

—Te perdono.

Eso hizo que Takemichi rechinara los dientes mientras que una sonrisa burlona aprecio en el rostro de Kisaki, no sabía el porqué había aceptado tal tregua si no tenían nada en común, hasta este punto el de ojos azules prefería estar en los brazos de su novio en lugar de estar aquí con su enemigo aguantando sus comentarios.

—Bien, ahora háblame exactamente de esa tregua.

—Mira, solo quiero pasar tiempo con alguien que no sea Hanma.

—¿Y por qué de todos los integrantes de la ToMan tuve que ser yo? ¡Nos odiamos!

—¿Eres tonto o que? ¿No has escuchado el dicho de "Mantén cerca a tus amigos pero aún más cerca a tus enemigos"?

El de ojos azules se quedó callado y sus ojos se transformaron en dos puntos al escuchar las palabras de Kisaki, aun no entendía nada.

—Si que eres idiota Hanagaki, solo quiero pasar tiempo con cualquiera otra persona y se que aunque nos odiemos no me dirás que no.

—¡Eso no es.....—se quedó callado la ver la mirada de Kisaki, pues sabía que tenía razón—Mierda, realmente te odio.

—Me alegra que el sentimiento sea mutuo, bien intercambiemos números.

—Jamás pensé que algún día estuviera haciendo esto.

Ambos enemigos intercambiaron números, después de ese pequeño tiempo de convivencia Hanagaki ya se encontraban caminando a su casa pensando en todo lo que había pasado el día de hoy. Jamás llegó a imaginar que algún día compartiría un tiempo de calidad con Kisaki y lo peor de todo es que se había divertido con ese cuatro ojos.

Una vez que llegó a su casa fue directamente a su habitación, ni siquiera se tomó la molesta en ponerse la pijama solo quería dormir para olvidar todo el día de hoy.

El sonido de su alarma lo hizo despertar, giro en su cama para caer al piso pues se había dormido en la orilla de la cama, su cara se estrelló lastimandole la nariz.

—Que buen inicio de día.

Se levantó, lo primero que hizo fue tomar su teléfono en cuanto lo hizo vio que tenía un mensaje de su novio Mikey deseándole un lindo día eso hizo sonreír a Takemichi junto con un sonrojo en sus mejillas, en lo que le contestaba el otro mensaje le había llegó uno de la persona que menos quería saber de este mundo, asi es, se trababa nada más y nada menos que de Kisaki Tetta.

—Tan temprano y ya estas jodiendo—habló para si mismo revisando aquel mensaje—.

El kk's

"Hanma quería llevarme a desayunar pero le cancele porque le dije que ya tenía planes, más te vale que conozcas un buen lugar para desayunar."

"Atte: Kisaki Tetta."

Aventó su celular a la cama bastante molesto, así no quería iniciar su fin de semana pero no tenia de otra si quería seguir con esta estúpida tregua, se puso lo más "cool" que tenía en su armario junto a unos lentes de sol y ese peinado puntiagudo que era super genial a la vista de todos.

Se miró al espejo cruzando los brazos con una sonrisa de triunfo así estuvo un buen rato hasta que escucho como la voz de su madre le grito del piso de abajo.

—¡Takemichi, un amigo vino a verte!

—¡Ya bajo mamá!—grito desde su habitación para mirarse por última vez al espejo—.

¿Como es que Kisaki sabía dónde vivía? Hasta cierto punto es tétrico pero no se atrevería a preguntar a estas alturas pues tenía la sospecha de que el de lentes ya sabía hasta tu talla de calzoncillos. Tomo su celular guardandolo en el bolsillo de su pantalón y salió corriendo de su habitación hasta bajar las escaleras.

En la puerta principal se encontraba su madre hablando animadamente con Kisaki algo extraño según Takemichi pues lo conocía como una persona despreciable y ver esa faceta amigable solo le provocaba náuseas.

—Ya estoy aquí.

—Me alegra que mi hijo tenga buenos amigos como tu—pellizco la mejilla de Takemichi para después dejarlos solos—.

El rubio soltó un suspiro saliendo de su casa cerrando la puerta detrás de él, veía así acompañante con duda mientras Kisaki no tenía expresión alguna.

—Bueno hay que irnos que me muero de hambre.

—No sabía que tenías un lado amigable—se puso al lado de Kisaki mientras ambos caminaban hacia un restaurante—.

—Es el arte del engaño, no todos tenemos amabilidad genuina como tu.

En el resto de camino ninguno de los dos dijo algo al respecto y el silencio se hacia eterno e incómodo hasta que kiskai decidió romperlo mientras sonreía.

—Por cierto, te vistes de la mierda—dicho eso entró al restaurante siendo seguido de un molesto Takemichi—.

—¡¿Como mierda se supone que nos llevemos bien si haces esos comentarios?!—se sentaron en una mesa del fondo—.

—Jamás dije que nos íbamos a llevar bien solo dije que estábamos en una tregua—estaba leyendo el menú que estaba en la mesa—Te hace falta limpiarte los oídos.

—Sabes, si nos hubieramos conocido en otras circunstancias nos hubieramos vuelto buenos amigos.

Kisaki miró a los ojos de Takemichi buscando una pizca de mentira pero no encontró nada, sabía bien que aquel rubio de ojos azules es muy noble pero también podría mentir pero en este caso no era así, el de lentes soltó un suspiro.

—¿Qué vas a ordenar?—ignoro por completo el comentario de su rival, no tenía tiempo para pensar en eso solo quería distraerse—.

—Bueno se que es temprano pero una buena hamburguesa me caería muy bien.

—Eres un cerdo Hanagaki.

—P-puedes llamarme por mi nombre.

Eso tomo por sorpresa a Kisaki dejando de leer el menú para ver a su compañero quien tenía la mirada desviada y el ceño fruncido, el de lentes se puso a reír fuertemente mientras que Takemichi lo volteo a ver de manera molesta.

—Realmente eres un caso Takemichi.

—Entonces ¿amigo Kisaki?—extendió su mano a su nuevo posible amigo—.

—Amigos Takemichi—estrecho la mano de su nuevo amigo—.

Quien lo diría, al final de cuentas estos enemigos sí se hicieron amigos.

QUE VIVA LA AMISTAD.

Tregua temporal// Tokyo Revengers [Takemichi y Kisaki] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora