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La tía de Jungkook y yo no tuvimos mucho tiempo para hablar, ya que Jungkook estaba con nosotros y ella no quería que él se enterase de las cosas que tenía para decirme. Por lo que me dio su número de teléfono para que le hablase por mensajes y así quedar y volver a vernos.

Y eso hice, hablé con Jihye y en estos momentos me estaba dirigiendo hacia un parque para encontrarme de nuevo con ella.
El parque estaba a unos diez minutos de mi casa, así que no tardé en llegar y tampoco fui impuntual. Al fijarme en uno de los bancos del parque, pude divisar a Jihye sentada mientras miraba hacia el frente. Así que me acerqué y después de saludarla me senté junto a ella.

—¿Cómo estás? —me preguntó una vez me senté y ambos nos miramos.

—Estoy bien, gracias. ¿Y tú?

—Bien, mucho mejor al haberte conocido.

—¿Por qué lo dice? —le miré confundido.

—Porque ahora sé que Jungkook no va a estar solo. —sonrió.

—Pero él en realidad quiere estar solo. —respondí aún con confusión.

—Déjame explicarte el porqué te he citado aquí para hablar sobre mi sobrino, así te aclaro las cosas.

—Por supuesto. —asentí e hice un ademán dando a entender que ya podía comenzar a explicar el porqué de todo esto.

—Bueno, realmente no te puedo contar mucho, ya que Jungkook me tiene prohibido decir cualquier cosa sobre su vida, entonces eso lo dejo para cuando él se anime algún día a contártelo. —hizo una pequeña pausa. —Jungkook desde hace muchos años que ha cambiado, ya no es el mismo chico de antes. Él era un chico hablador, sociable, bromista y aunque la seriedad es verdad que siempre fue parte de él, en muchas ocasiones sonreía y reía.

»Tenía sus días buenos y malos. También tenía sus pequeños problemas como cualquier persona, pero un día todo se complicó. No te puedo decir las cosas que comenzaron a pasar con su vida, pero eso le hizo cambiar por completo, y por culpa de esas cosas ahora es la persona que ves hoy en día. Un chico callado, con rostro frío, poco expresivo. No quiere acercarse a nadie ni mantener contacto con otras personas.

—¿Por qué contigo sí? —la interrumpí cuando paró unos segundos de hablar.

—Porque soy la única persona que ha estado para él y nunca le ha hecho desconfiar. —aclaró.

—¿Con la única persona que él mantiene contacto es contigo?

—Sí. —asintió. —Pero ahora que sé que tú estás interesado en mi sobrino y le hablas de vez en cuando, voy a dejar de ser la única.

—Pero, él no me habla a mí. Simplemente me responde con algunas expresiones y gestos. Ni siquiera quiere ser mi amigo o darme alguna oportunidad. —comenté.

—Es complicado que en poco tiempo él vaya a hablarte o contarte algo sobre él o su vida. Pero el simple hecho de que te escuche y responda con gestos y expresiones, ya es un gran progreso. ¿En cuánto tiempo lo conseguiste? —preguntó curiosa.

—Desde el primer día. —fruncí el ceño y ella me miró desconcertada. —Sólo he hablado tres veces con él. En la primera tuvo una actitud poco agradable conmigo y se notaba que no quería que le hablase ni nada por el estilo, pero como yo no tiro la toalla tan fácilmente, entonces al final acabó escuchándome y respondiéndome con gestos. Luego de eso estuvo días evitándome, pero coincidí con él en una cafetería y volví a hablarle, su actitud fue mejor que la primera vez. Y la última vez que nos vimos, él me salvó de que un chico abusara de mí. —expliqué.

No te acerques a él [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora