Te Presento Mis Demonios

LUJURIA

- Sensación poco racional pero enteramente involuntaria, un capricho de la carne  ligado al deseo. Y como no?... Si con solo verla se acelera mi corazón, se me es imposible quitarle la mirada, en mi mente escenas imaginarias transcurren mientras de manera automática muerdo mis labios, (que rayos estoy haciendo?, estoy siendo muy evidente).  Es increíble cómo el tiempo parece detenerse, mientras me sonríe solo puedo imaginarme la sensación de besarla, la tención es cada vez mayor, la ansiedad que me produce es como haberme ganado la lotería y sentirme millonario, sus ojos que hacen que me pierda, su sonrisa que me da paz y su escote que me desenfrena, sus curvas, la sensación de profanar su cuerpo y hacer cautiva su piel es incontrolable, el furor y el deseo carcomen mi imaginación,  mientras me habla, y escucho su dulce voz solo imagino besarla, recorrer su cuello... Ya es tarde, el deseo indómito por arrancarle la blusa y besar su abdomen, deslizar mis manos por su espalda y besar cada lunar de su pecho y hombros, es excitante como me aprieta con sus manos y me toma del cabello mientras lo hago, esto ya no es un cena común, estaba sobre mi con su respiración agitada he inquieta sin decirme nada, mirándome a los ojos con la lengua sobre sus labios y con un  gesto de complicidad me sonrió, mis pupilas se dilataron y mi corazón parecía explotar, en un movimiento ya la tenia de espalda sobre la mesa, la tomé de las manos y las apoyé sobre su espalda baja, estaba totalmente dominado por la lujuria y a ella parecía gustarle igual que a mí. Durante unos segundos no hacia mas que mirarla con solo su espalda al descubierto, era la mejor obra de arte que pudiera aber visto, su piel blanca y tersa, su cabello suelto adornaba su espalda y sus lunares que hacían gloriosa mi vista desde allá arriba, su cintura que estaba pegada a mi cuerpo era una sensación extraordinaria, deslicé una mano sobre su cintura y la tomé con firmeza y con la otra sujete su cuello mientras me incline a darle pequeños besos sobre su delicado cuello, el deseo aumentaba ferozmente al escuchar un pequeño jadeo suyo al deslizar mis labios por su espalda, ella deslizó sus manos hasta el broche de su pantalón y volteó a mirame y con un mirada pícara y seductora me dijo en voz suave pero directa.

-"¿Quieres el plato fuerte?"...
+"Siii"...
- "Ey! .... eyyyy!
 
-  Al abrir los ojos estaba con ella en el restauran chasqueando los dedos frente mi y preguntándome si quería el plato fuerte,, que el mesero estaba esperando la orden...
Mi corazón aún estaba acelerado y un poco desubicado, todo fue producto de mi imaginación... Por un momento supe lo que es sentirse prófugo de tu infierno para pecar en su cielo.