FÉNIX

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- Somos fuego, capaces de arder y quemar, somos almas inflamables, somos luz y calor, una llama latente que aviva el corazón y el deseo, lujuria y pasión al rojo vivo, anhelo y gracia aflora un amarillo incandescente, cada suspiro inhalado con la sutileza sufriente para mantener las brazas que arropen el corazón y transmita ese calor que emana desde tu interior. Permanece ardiendo, pero recuerda que los momentos de lluvia nunca faltaran, que esas nubes grises opacaran la luz de tu llama, y frías ventiscas sumirán el calor de tu fuego. Cada gota sobre ti poco a poco te reduce a cenizas, como el frío te envuelve apagando todo lo que solías ser, y es así cuando sientes que el motivo de arder ya no tiene tanto sentido, solo una pequeña estela de humo queda de aquella vigorosa llama. Te apagas, la oscuridad te envuelve, el frío es inminente, tan vulnerable, y peor aún, pierdes todo el brillo que en algún momento fue motivo de sonrisas. En solo instantes una llama se transformó en cenizas. Pero... Somos inflamables recuerdas?. Una llama apagada no significa que este perdida, esas brazas que aún conservas solo necesitan un motivo para nuevas chispas, cada trozo de leña que arrojes será tu motivo, uno que sea combustible y una decisión que sea el incendiario, llorar y gritar si es necesario. El ave FÉNIX es capaz de curar su propias heridas para renacer de sus propias cenizas. Chispa tras Chista darán inicio a una gran llamarada, una mejor y mas brillante que la anterior, una que irradie mas calor, una que poco apoco deje de ser opacada, una que no de paso a la oscuridad y acalore los rincones fríos de tu alma, que no sucumba ante el frío, siendo así tú propio FÉNIX.

Te Presento Mis DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora