CAPÍTULO 11

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Los segundos se prolongaban y _________ aún no podía reaccionar al abrazo que le estaba proporcionando aquella mujer que según le habían contado es su verdadera madre. Sólo podía prestar atención a los fuertes latidos de su corazón que casi parecieran querer ensordecer sus oídos. Nunca pensó que fuera ser posible aquel momento, de hecho todo el viaje le pareció irreal, y ahora que todo se estaba aconteciendo quedaba como una piedra.

—_________...— dijo Elissa, tras ver la falta de movimientos en su pareja.

En cuanto _________ oyó la voz de la rubia fue como si su cuerpo por fin recapacitará lo que estaba sucediendo y casi de manera insegura, por fin correspondió el abrazo que le estaban brindando. Ahora pudiendo oír los sollozos más fuertes de la mujer mayor entre sus brazos y sintiendo cierta calidez que hasta ahora no sabía que necesitaba tanto.

—Estoy aquí— consoló _________ a su madre, quien con el pasar de los segundos su respiración se volvía más irregular a causa de las lágrimas.

De esa manera transcurrieron un par de minutos, en el que ambas mujeres abrazadas estaban en su propio mundo y no podían creer lo que estaba sucediendo, mientras que Elissa junto a Jillian no podían evitar sonreír y sentir lágrimas acumulándose en sus ojos a causa del gran momento emotivo.

—Te debo tantas explicaciones, cariño— susurró la madre al oído de ________, aferrándose lo más que podía al cuerpo de su hija y de esta manera demostrarle, aunque sea un poco, cuan anhelaba aquel momento.

—Entonces, ¿qué te parece si hablamos sobre ello?— propone _________, tratando de no volverse un mar de lágrimas durante los próximos minutos u horas.

Con esto ________ sintió como la mujer entre sus brazos tomaba un poco de distancia y cuando estuvieron viendo una vez mas sus rostros no pudieron evitar sonreír a la otra. Definitivamente la espera había sido demasiada, pero finalmente estaban frente a frente.

—Pero mira cuánto has crecido— comentó la madre, haciendo reír un poco a su hija y a las otras dos mujeres—. Bueno, mejor entremos. Ha llegado el momento de por fin convivir con mi querida hija.

El como su madre se refería a ella hizo sonreír aún más a __________, para después seguirla al interior del lugar que supuso era su hogar. Al ingresar encontrándose con algunas cosas totalmente desconocidas para ella y que a la vez le generaban curiosidad.

—¿Qué les parece ir a la cocina mientras hablo con ________?— propuso la madre a Elissa y a Jillian, ésta última cerrando la puerta principal al ser la última en ingresar al lugar— Si no les molesta me gustaría que fuera una charla un tanto privada.

Aunque no lo dijera, la madre se notaba un tanto tímida al hacer esa clase de peticiones, ya que al no ser un pilar importante como debió de haber sido siempre en la vida de _________, sentía que aún no tenía la suficiente autoridad como para pedir ciertas cosas que estuvieran relacionadas con su hija. En cambio Elissa ni Jillian se opusieron, sino que ésta última tomó a la rubia e hizo que ambas caminarán en dirección hacía la cocina al ya haber estado en aquel lugar repetidas ocasiones.

—¿Cómo supiste que era yo?— quiso saber __________ tras ver que Elissa y Jillian salieron del radar y solo quedaba junto a su madre.

—Conozco a Jillian desde hace mucho y algo me dice que la rubia es hija de Eudia, noto un gran parentesco con ella— dijo la mujer, ahora mostrando un gesto risueño en su rostro—. Así que la única opción que quedaba eres tú, y creo ser una madre lo suficiente decente como para reconocer algunos rasgos de mí en ti.

_________ observó como su madre tomaba asiento en lo que pareciera ser el salón principal y sin más también la siguió, tomando asiento a un lado de ella al ser un puesto de dos plazas en donde perfectamente ambas podían estar. Al frente de ellas habiendo una pequeña mesa y a los lados habían puestos de una plaza.

Wonder Woman y Tú | A Mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora