CAPÍTULO 12

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El reloj colgado en la pared marcaba las cuatro y cincuenta de la madrugada, y ________ se planteó el hecho de que a ese punto no podría volver a dormir. Había pasado media hora intentándolo, pero con el pasar de los minutos solo lograba sentirse aún más despierta.

Estaba al tanto de que su falta de sueño se debía a lo que estaba aconteciendo. Sorprendentemente había conocido por fin a su madre y se encontraba a grandes distancias de su hogar. Ser consciente de lo que le estaba sucediendo la ponía de nervios, pero a la vez la llenaba de adrenalina. En definitiva, era una sensación extraña.

A su lado se encontraba Elissa durmiendo, quien tenía su cabellera rubia esparcida por toda la almohada que tenía bajo su cabeza y aunque le estaba dando la espalda, por su manera relajada de respirar le indicaba que al menos ella había logrado conciliar el sueño.

________ sonrió levemente por el simple hecho de tener a Elissa a su lado acompañándola en esta aventura y ser su apoyo. Considerando que sin su presencia seguramente la situación sería abrumadora y sus pensamientos llegarían a divagar hasta el punto de cansarla mentalmente.

Cinco minutos después se irguió hasta quedar sentada y seguidamente con cariño dejó un beso sobre el hombro de Elissa cubierto por la ropa de dormir que llevaba puesta. Pudo ver cómo se removía por breves segundos en su lugar y enseguida volver a su plácida manera de dormir, lo cual le hizo sonreír. Por último, se puso de pie y camino hacia la puerta de la habitación.

Al salir cerró lo más cuidadosamente la puerta tras de sí y emprendió camino por el pequeño pasillo que había y en el que donde también estaba la entrada a la habitación de Aella. Detuvo sus pasos frente aquella habitación donde vio a su madre entrar horas atrás y quiso tocar a la puerta, pero de inmediato se reprendió al recordar la hora que era. A la vez que con más calma se cuestionaba por qué había tenido la idea de hacerlo. Sintiendo cierta vergüenza de sí misma al querer consultar con su madre a tal hora por no poder tener la mente en calma.

Sin dar mucha más demora siguió su camino hasta llegar al salón, la cual había sido su idea desde que salió de la habitación que compartía con Elissa y antes de que pensará en tocar a la puerta de su madre.

"Al parecer en este lugar no descansan lo suficiente" piensa _________ al apartar un poco la delgada tela de la cortina de uno de los ventanales y mirar a través de éste. La ciudad era alumbrada por luces artificiales de los postes de luz que adornaban las calles y por las luces provenientes de los diferentes edificios. Como también se podían ver unos cuantos autos circulando por la zona y una cantidad considerable de personas yendo de un lugar a otro.

-Como podrás ver la ciudad no llega a descansar por muchas horas.

_________ se dio vuelta enseguida al escuchar aquellas palabras dichas por alguien más que no fue ella. Al darse la vuelta se encontró con la silueta de su madre, Aella. Ésta además de tener un camisón de dormir también tenía una bata encima, la cual ató el lazo que tenía al frente a medida que se acercaba.

-¿Tampoco puedes dormir? - vuelve a hablar Aella, terminando de acercarse a _________ y quedar a su lado.

-No, se me ha hecho difícil volver a dormir desde hace media hora- contesta ________, de reojo notando como su madre la miraba atentamente.

-De hecho, escuché a alguien caminar por el pasillo y detenerse en mi puerta, lo que me llevo a pensar que eras tú, ¿me equivoco?

_________ sintió sus mejillas arder de vergüenza, pero no iba a ocultar la verdad. Debió de tener al tanto el importante dato de las grandes habilidades que posee cualquier amazona y aún más si ha vivido una vida llena de aventuras fuera de la isla.

Wonder Woman y Tú | A Mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora