The Long List of Ex-Lovers [ChanBaek/BaekYeol]

Especial de aniversario: Raiden

Cumplir un año de relación con tu pareja no debería ser difícil. No tendría por qué, era solo una fecha más, ¿no? Un día en el que festejar, salir juntos y hacer algo bonito. Sin contar la ilusión que daba saber que ya había pasado TODO UN AÑO A SU LADO, y aun así, BaekHyun todavía tenía la dicha de tener a ChanYeol (sorprendentemente y para la inquietud de muchas personas–pues, en sus caras, les decía a aquellas que hubieran dudado alguna vez de ambos). ¡Iba a ser la fecha perfecta! Y más que nada decía perfecta porque BaekHyun ya estaba planeando cómo la pasarían.

Desgraciadamente su aniversario caía en lunes, y por la situación que tenían ambos, el trabajo no parecía que fuera a darles una escapada para pasar tanto tiempo juntos como podrían desear. Pero eso no importaba, para BaekHyun estaba bien. Él tampoco quería ser un novio todo empalagoso y medio tóxico que le exigía a su chico que le dijera a su jefe que lo dejara salir antes o le diera el día cuando sabía eso descontaba una buena parte de su sueldo (del que apenas subsistía). Además, si podía tomarlo a su favor, BaekHyun estaba pensando que eso le daría la ventaja que necesitaba para preparar mejor lo que deseaba realizarle a ChanYeol en su especie de regalo.

Si ChanYeol y él no pasaban el día juntos (quizá con un sexo mañanero de BaekHyun haberse quedado del domingo al lunes para tampoco decir que no se habrían visto en todo el día), él podía prepararse para comprar ingredientes, ajustar su casa, y realizar una deliciosa cena que, sí, definitivamente iba a tomar como su mejor alternativa, porque estaba seguro de que lo romántico en eso le salía... ¿y qué mejor que quedarse en casa para hacer nada más que tener una comidita juntos, Netflix and chill, un poco de plática acostaditos uno muy cerca del otro y dormir abrazaditos al estilo cucharita? ¿No?

Sin contar que le podría demostrar a ChanYeol lo buen chef que era (de nuevo) y husband material, porque, según su papá y tal vez cualquier persona que fuera un baby boomer, a un hombre se le llegaba por el estómago. Entonces... sí, tal vez BaekHyun no necesitaba conquistar más de lo que ya a ChanYeol, pero no le costaba nada volverlo a enamorar, porque de eso se trataban los aniversarios, ¿cierto? O eso en su humilde experiencia. Los aniversarios estaban hechos para 1) presumir a la pareja en todas tus redes sociales para que todo mundo supiera qué tan infinito era su amor, 2) salir y comprar cosas a lo estúpido porque regalos sobran cuando hay amor (¿o era del otro modo?), y lo más importante, 3) recordarle a tu amorcito que es el sol de tu vida por el que harías todo, y no dudarías en volverlo a enamorar en caso de que llegara a perder la memoria mañana en un accidente automovilístico (¿o eso solo pasaba en las películas? Tal vez fuera demasiado lejos, pero... ¡qué diablos! El amor lo volvía así de excéntrico).

Así que, bien, él estaba listo para gritarle al mundo (y a ChanYeol) que estaba enamorado, y aun con unas cuantas horas que pasara del día a su lado para celebrarlo, con eso le bastaba para hacer más de lo que su novio podría haberse esperado.

Además de que estaba muy seguro de que ChanYeol también tendría sus planes. Si bien recordaba cómo de loco se había puesto para su cumpleaños, obviamente no dejaría pasar una celebración como la que tenían. Un año debía celebrarse–y mucho más a su lado, dada la vasta cantidad de relaciones fallidas que decían que la garantía se acababa hasta los seis meses y piquito, ¡ya no había devoluciones ahora, con él se quedaba!–, así que, fuera lo que sea que se le ocurriera... podía anexarlo a su fabuloso plan de cena romántica a la luz de las velas, e igual... todo saldría de maravilla.

(Sobre todo porque hacer cenas en casa les daba la garantía de que ninguno de los dos–pero más que nada él– se encontrarían con otra incómoda expareja por la que se molestaran).

¡Lo confirmaba! Todo saldría de maravilla. Y tan seguro como estaba, desde una semana antes ya estaba buscando cositas en internet para saber cómo organizar su velada rosita. No podía faltar que su papi le mandara sus mejores recetas para que las preparara. Entre el trabajo y las cosas que cada uno hacía, sabía que tardaría en responderle todos sus mensajes; así que, mejor que lo empezara todo desde ese momento.