Capítulo 11: TaeWoo

1.5K 138 508
                                    




¿Alguna vez han tenido que lidiar con un perro que esté tan aterrado y maleducado que no pueden detenerlo entre dos adultos incluso cuando es tan pequeño, mientras tienen que ponerle una vacuna, al grado que necesite un bozal, de lo contrario, podría morderlos y causar un accidente?

¿No? Bueno, ese era el día a día de ChanYeol. Claro que, en este caso, había sido un poco diferente, quizá porque el perro del que ahora se ocupaba era del queridísimo híbrido que Byun hacía llamar 'su hijo'.

"BaekYeol, calma, calma. Así, así, eso. Bien, buen chico. Buen— ¡No, no! BaekYeol, no, siéntate, ¡siéntate! ¡BaekYeol!"

Habían estado lidiando así con el cachorro ya por un rato, los dos, solo porque JongDae estaba atendiendo a otros clientes, mientras ellos se hallaban en la trastienda, donde su lugar de trabajo se encontraba, y donde él creía que podría reposar a BaekYeol sobre su mesa de trabajo.

Fue extraño realmente, ChanYeol creía que BaekYeol no tendría problemas, que, porque él ya había vivido unos meses en el refugio, no le sería extraño estar ahí y menos que él lo tratara, ya que, al final de todo, era su padre y ya se conocían al menos por unos meses.

Sí, meses.

Créanlo o no, de alguna manera logramos dar este salto en el tiempo, y luego de cuatro meses de que ChanYeol se tomara la libertad de contestar con verdadera honestidad una pregunta en un club, con el segundo un poco más ebrio que el primero, los teníamos ahí: todavía juntos, en una relación mientras trataban con la primera vacuna de su hijo perruno.

O al menos la primera desde que Byun lo tenía y lo había malcriado un poco.

Eso y el hecho de que surgiera un aparente temor del perro por reconocer el lugar donde estaba—como si temiera que Byun se hubiera hartado de él y estuviera por regresarlo de donde lo había sacado— tenía ahora al ya-no-tan-pequeño cachorro revolcándose en sus brazos y escapándoseles al grado de hacerles difícil la tarea de vacunarlo.

Y bien, ChanYeol no quiso hacerlo, pero ya que BaekYeol no quiso ceder, tuvo que poner de su peso para retenerlo contra la mesa de trabajo, con ayuda de Byun que le detuvo sus patas traseras para que dejara de sacudirse por atrás, y mediante el bozal se evitó el lío con las mordidas, aunque no acalló los llantos del pequeño en cuanto le puso la vacuna en su lomo.

Era eso o hacer que una fea roncha le saliera en su cuerpo. Y bueno, ChanYeol amaba a su hijo, así que tuvo que poner de su sacrificio para un bien mayor—aunque realmente no fuera suyo.

"... Y listo," por eso suspiró cuando al fin pudo soltarlo, al igual que Byun. Se limpió, además, el sudor de su frente y dejó que el perro saliera de su agarre, sin más ataduras en cuanto terminó, aunque le bufara como recompensa. "Sí, yo también te amo, hijo."

Byun rio en respuesta y lo vio al tomar al híbrido fuera de la mesa para dejarlo estirarse a sus anchas y él desestresarse del lío.

A pesar de los mimos recibidos, BaekYeol no pareció recibir bien el amor de su dueño, así que lo abandonó, y ChanYeol dejó que se fuera al área de cachorros, donde quizá podría volver a reunirse con algunos de sus hermanos que seguían sin ser adoptados.

Tiempo para que ellos tuvieran su momento de adultos humanos, y con esa sonrisita que le dio el encanto que innegablemente ChanYeol ya adoraba, supo que no se iría de ahí sin él a su lado.

"Entonces..."

"Entonces..." repitió y extendió a propósito la 's' al final, lo que le sacó otra risa a Byun antes de recargarse contra la maya de los espacios que ocupaban los animales.

The Long List of Ex-Lovers [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora