CAPÍTULO 3

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MACKENZIE

Era el primer día de clases y como era costumbre tenía otra vez tenía a la huérfana, mejor dicho, huérfanos de Nina y Cooper en mi casa –él ultimo había llegado el día anterior de sus vacaciones en Pensilvania y decidió quedarse en mi casa–. Cooper dormía en el suelo y Nina en los muebles de la venta, me levanté con sumo cuidado y busqué mi ropa para salir de mi habitación e ir al baño, era mejor ir en la mañana sin que nadie me interrumpiera.

Me puse una camisa de tirantes y un jean, cuando salí me encontré con Cooper caminado de la cocina, llevaba el pedazo de torta de chocolate que le habíamos dejado a Katherine. Me miró con los ojos muy abiertos.

— Tu no viste nada.

— Mejor así, sabes que estudia nutricionismo y toma muy en serio su figura, las calorías no son lo suyo.

— ¿Quién cambiaria esto por una ensalada? –lo levantó como si fuese un tesoro

— Muchas personas.

— Yo solo conozco a una y es Katherine y está loca –le dio un bocado–, ¿Qué tal la fiesta?

— Ya sabes, ruidosa y frustrante –me acordé del beso y sonreí inconscientemente–, aunque esta vez no estuvo tan mal.

— Oh bueno esa sonrisa es sospechosa –sonrió un poco y le dio otro mordisco que masticó– y ¿cómo esta Tatiana?

— Ha estado bien –sabía a donde iba esto– tuvo un novio, pero terminó hace poco con él, era un futbolista muy apuesto

— ¿Futbolista? –abrió los ojos como platos– ¿Cómo voy a superar eso?

Y fue a la cocina dejándome sola, escuche cuando lo dejo y de un momento a otro volvió y se plantó frente a mí con una sonrisa.

— Entraré al equipo de futbol –dio una palmada y me apartó– a todas las chicas les gustan los futbolistas.

Y entró al baño murmurando sobre un plan y otras cosas, rodé los ojos y me fui a la habitación donde Nina estaba recién levantada y bostezando. Ella se froto los ojos y me miró.

— ¿Qué hora es?

— Hora de levantarte –le pasé su bolso–, es el primer día debemos llegar temprano.

— Mack sabes te quiero, pero ¿por qué haría eso? –se rascó la cabeza–, hoy es el la bienvenida de los nuevos.

— Pero también tienes tu primera reunión de porristas.

— ¿Y eso que? La organizó Tatiana no tengo porque ir –rodó los ojos–, me da igual.

— Nina Dawson –la miré molesta y crucé los brazos.

Ella tragó saliva y desvió la mirada.

— Bueno iré, porque ella no me caiga bien eso no significa que tenga que faltar a mis responsabilidades.

— Así se habla, es bueno dar una buena impresión.

Se levantó y sacó de su bolso su uniforme, caminó hasta la puerta y antes de abrirla se giró a mirarme. Me señaló con el dedo.

— Tú y yo tenemos una conversación pendiente

Abrí los ojos como platos y asentí rápidamente, sabía a qué se refería, era sobre el beso que me di con Santhiago. No habíamos tenido tiempo de hablar de eso. Escuche cuando Cooper empezó a gritarle por haber interrumpido su privacidad.

Conocerse desde pequeños también tiene un límite.

Salí y me encontré con Jake que estaba sentado con su teléfono, así que me senté a su lado, también tenía una charla pendiente con él.

El amor tal y como lo conocemos (Lovely love 1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora