Utopía- [Michaeng] «G!P»

15. Nada es Sencillo

¿Saben lo que más jode de la vida?. Que cuando mejor se está en el presente, es cuando más hay que temer del futuro.

Mina lo sintió en carne propia, al inicio creyó que podría llevar las riendas de la situación, que quizás cuidar de Chaeyoung no sería tan complicado y que la pequeña pondría de su parte. Pero no fue así, y en ese momento se dió cuenta de que "nada... sería sencillo".

—¡DESGRACIADO!— Chaeyoung completamente fuera de control dirigió otra patada hacia el chico.

—¡DETENTE!... POR EL AMOR DE DIOS LO VAS A MATAR— intentó interponerse Mina, pero accidentalmente el codo del muchacho le golpeó en el rostro, haciéndole caer al suelo.

Mejor comencemos desde un inicio, desde el principio de ese día...

[...]

—MOMOOOOOO— Sana bajaba frenéticamente las escaleras con un blazer blanco, completamente arruinado en sus manos.

—Oh... buen día, Sanita— saludó la mayor desde la mesa con total tranquilidad, bebiendo de su café —le falta un poco de azúcar— le indicó a su amiga ardilla la cual tomó otro terrón para colocarlo en el café de la japonesa —gracias, mi cosita hermosa, ¿Dónde está la ardilla más sexy e inteligente de todas?— mencionaba mimando con caricias al animal.

—¡MOMO!— nuevamente el grito de Sana captó su atención —Tu..."cosita hermosa"... ¡ARRUINÓ EL BLAZER DE JIHYO y hoy tiene una reunión importante!— la pelinaranja estaba enojada porque sabía que el cerebro de la mayor era el autor de tal atentado.

—¿Tu novia es tan pobre que no tiene otro blazer o qué?— mencionó Momo indiferente —¿Sally, arruinaste el atuendo de mal gusto de esa melonera?— el animal negó —Pues no mi querida Sana, no fue Sally— respondió segura de si misma.

Sana hervía de la rabia, en cualquier momento podría perder los buenos tratos con respecto a Hirai Momo, quien con este incidente le había declarado la guerra. Una guerra, la cual claramente ella no se permitiría perder.

—¡ESCUCHA BIEN LO QUE TE VOY A DECIR HIRAI MO...

—Muy buen día a todas, mis queridas amigas— alguien había amanecido con excelente ánimo y justo a tiempo, para evitar que se formara la guerra de Troya en su comedor.

—¿Soñaste anoche con el pene de la Chavita o qué?— comentó Momo burlona al ver la enorme sonrisa plasmada en el rostro de Mina.

—¿Acaso no puedo despertar con buenas vibras?— preguntó tomando asiento en la mesa, no sin antes dedicarle un pequeño beso a cada japonesa.

—Esa es la cuestión... tu eres la persona con menos vibras de este mundo. De hecho, de que vibras hablas si ni moverte puedes, frígida del demonio— se echó a reír la mayor de sus propio mal chiste.

—Muy simpática Hirai, pero sí, hoy amanecí feliz. Chaeyoung y yo llevaremos a Olivia al partido de fútbol— informó manteniendo su amplia sonrisa, mientras llevaba un trozo de fruta a su boca.

—Mina... ¿no crees que te estás encariñado mucho con esa niña y su madre?— preguntó Sana preocupada. Sabía las consecuencias que traería esa emoción por parte de su amiga.

—¿Qué tiene de malo?— agregó la actriz.

—¿Qué, qué tiene de malo?, pues yo te diré lo que tiene de malo— pinchó con su tenedor un trozo de manzana —Esta, es tú carrera, tu futuro... y esto...— lo llevó a su boca masticándolo exageradamente —es lo que hará esa enana con él. Lo estás poniendo en riesgo al mantener una relación con ella. ¿Sabes lo que podría pasar si rumores sobre esa relación salen a la luz?.