Observo a Tania, ella rueda los ojos.
-Rompe el compromiso, vete con Sofía. No me interesa -murmura ella desde el otro lado de la habitación.
-Te odio tanto, tu misma sabes que no puedo romper este maldito compromiso -le digo con sufrimiento y ella sonríe de manera manipuladora.
-Se que dependes tanto de mi -suspira-, me gusta que dependas de mi.
-¿Te gusta que me sienta como la mierda? -pregunto y ella asiente-, ya veo.
Ella se coloca los pendientes largos y delicados.
Mi teléfono suena, lo tomo y contesto: -¿Qué sucede? ¿Quién habla?
-Tu madre -dice ella, Amelia, mi mamá-, deberas contigo Diego. Apresurate a casarte antes de morirte.
Sonrío de forma irónica y le doy una mirada a Tania.
-Es más complicado que solo casarme -respondo con molestia.
-Oh no, no cariño -ríe sin una pizca de risa-, tú eres el inutil. Imaginate, pedirle a una chica sin futuro, una mucama, que se case contigo. Eso si es de barbaros.
No planeo seguir escuchándola, así que cuelgo al instante.
-¿Qué le dijiste a mi madre? -le pregunto a Tania.
Ella sonríe.
-Solo dije la verdad -se ríe brevemente.
-Que sea la última vez que dices algo de Sofía. No la menciones ni siquiera -ordeno.
-Ella ni siquiera te quiere -dice.
-Lo sé -respondo.
No podría forzarla a quererme, prefiero que me odie a tener que esperarme por más tiempo. Aunque en contra de mis desesos a veces duele como el infierno, me duele verla así y me duele no poder hacer nada.
Pero incluso con toda su furia hacia mí, prefiero que este enojada a verla en un llanto constante debido a mi muerte.
Dos noches anteriores me habia planteado al situación de ir por Sofía, tomarla de la mano y huir junto a ella, huir de mis problemas y que ella huyera de los suyos.
Hasta que pude ver su rabia, y la entendí.
Realmente creí que no me esperaría, creí que me mandaría al diablo y que cuando regresara ella ya estaría casada.
Tal fue mi sorpresa cuando Juliett me envió un mensaje diciendo lo mucho que me odiaba por hacer sufrir a Sofía. Y caí en cuenta.
Ella seguía amándome, de la manera en que yo la amaba.
Suspiro.
Me odie más cuando me enteré que la Leucemia había regresado, me odie un poco más cuando vi a mi único amor sufriendo por mi egoismo.
Observo a Tania, ella entra al baño y cierra la puerta.
Mi mirada de inmediato se dirige a las pastillas para dormir que utiliza ella.
Desde mi punto de vista se ven lo suficientemente tentadoras como para decidir acabar con todo y dormir hasta nunca más despertar.
Desde aquel triste y solitario punto de vista, probablemente morir sería lo mejor que podía hacer.
Desde mi melancólico estado, quería morir.
Todas las noches batallaba con la depresión que inundaba mi ser, y hoy estaba harto.
Harto de mi, de mis malas decisiones, de tener que casarme con una mujer que claramente nunca podré amar.
Tomé el frasco entre mis manos y le quite la tapa.
Mire una de mis manos.
¿Realmente aquí acabaría todo? Quería que acabará, pero no de esta forma, pero era esto o seguir haciendo sufrir a las personas, seguir sufriendo.
Vacíe todo el contenido en mi mano, y de inmediato lo puse en mi boca.
Hasta que el tono distintivo de mi celular comenzó a sonar.
Sin parar.
Lo tomé y cuando leí quien me llamaba, juro por dios que mis ojos se iluminaron y mi cuerpo sintió una paz enorme.
Escupi las pastillas y las tiré al piso.
Contesté de inmediato.
-¿Si? -dije temeroso.
-Veamonos, hoy al medio día. Quiero mostrarte un lugar -dijo ella y colgó de inmediato.
Sonreí.
Y en ese preciso instante, reafirme lo que claramente ya sabía. Sofía era la única que podía darme fuerzas suficientes para continuar con mi vida.
Nota de autor: No se cuando escribí por ultima vez, por aquí, jiji. Lamento no haber estado por aquí, pero me tomé un descanso de Wattpad, releí libros hermosos y me llené de paz. Han sido semanas extenuantes y cansadas, pero aquí estoy.
Además, ya tengo el final de QUP, ya definí mis ideas y consideré las conexiones de Quiéreme un poco con The fuckboy and the writer (historia de Alexander que recordemos será la siguiente dentro de la saga de Déjame Ir), así que todo esta listo para hacerlxs reir, llorar y sentir emociones fuertes dentro de su frágil corazon -inserte risa malvada-, en fin. Ya estoy un poco desocupada así que me haré cargo de todas mis historias, principalmente de esta.
Sin más que decir, esperen el próximo capítulo. Besitos.
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Quiéreme un poco
RomanceLuego de ocho años, Sofía se reencuentra con el que parece ser el amor de su vida. Diego, quien no trae las mejores noticias. Al menos no para Sofía. Él va a casarse. Los recuerdos se reavivan, la chispa vuelve a surgir y parece que cada vez su amo...