2 De malas pulgas

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- ¡Rey mono! Ven y dame una mano- chillaba la chica de cabello rubio mientras se agachaba justo en el momento que una llamarada paso casi quemando sus orejas.

La portadora del Miraculous del perro jadeo cansada tras la máscara, dando un salto hacía atrás, apoyando sus manos para impulsarse lejos del sitio donde cayó la llamarada. No sabía que le había ocurrido a esa loca para conseguir ese poder tan destructivo, pero obviamente no le interesaba, solo quería terminar pronto con todo ese lio y regresar a lo que estaba haciendo.

- ¡Voy llegando! - un alto chico con traje de mono cayó sobre la chica akuma, apoyando sus pies tras su espalda, usando su vara para sostenerla por el pecho y retenerla- Quieta lunática.

Fine Breed suspiro cansada, estirando los brazos al aire adolorida por la ruda lucha que tuvo recientemente. Se acercó para buscar el objeto akumatizado solo para saltar hacía atrás y llorar como un cachorro cuando la loca comenzó a escupir fuego con la boca hacía arriba. El Rey mono también fue sorprendido con la guardia baja, y cuando el agarre en el akuma se aflojo este giro en voltereta quitándose de encima al héroe y lanzándolo contra su compañera.

- ¿Así que la tenías? - gruño Fine mientras empujaba a un lado a Kim, quien por cierto era demasiado pesado- ¿Y si mejor usas ese poder tuyo? Ladybug no vendrá en un rato y está loca nos va a rostizar.

- ¿Qué le paso a Ladybug? ¿Y cómo lo sabes? - pregunto confuso mientras esquivaban un nuevo ataque de la chica, quien al parecer estaba entretenida viéndolos huir de las llamas.

Una cosa es que ambos conocieran sus identidades, pero algo que ningún usuario milagroso sabía era la identidad de Ladybug y Chat noir, ellos eran quienes otorgaban los prodigios y sus identidades eran un secreto para todos por seguridad.

- No sé cómo, pero me dejo el miraculous junto con una nota que decía que su kmami estaba enfermo o algo así- la sensible nariz del perro se movió, percatándose de un desagradable olor- ¡Iugh apesta! Huele como a cuero quemadooo... ¡No puede ser, se te quema la cola!

El Rey mono se miró la cola, viendo como la llama seguía avanzando por esta como en una mecha de dinamita. El chico comenzó a saltar de un lado a otro en pánico aunque fuera una llama pequeña y que no sentía. Fine se pasó la mano por la cara llena de vergüenza al ver a Kim caer sentado en el suelo y comenzar a arrastrase por este como un perro mientras trataba de apagar el fuego.

Por pura casualidad (o mala suerte) ellos dos se toparon un día justo cuando cayeron sus transformaciones, Ladybug no se enteró de esto, pero ella y Chat noir dijeron que ambos hacían un buen dúo de lucha, así que la mayoría de las veces los emparejaban cuando les daban sus miraculous.

Chloe protesto como nunca por eso, pero al final no tuvo más que aceptarlo. Kim era todo lo contrario a ella, era torpe, ridículo, siempre peleaba como si estuviera en un show de circo y siempre hacia cosas vergonzosas como esa. Con el tiempo aprendió a sobrellevarlo y termino acostumbrándose. Kim era infantil, eso era obvio, pero también se divirtió en las luchas y en su forma civil, ya que pudo burlarse y bromear al chico.

- Rey mono.... ¡Rey mono! - llamo al chico que seguía rodando en el suelo- ¡La lunática se escapa!

Chloe gruño cuando el varón seguía rodando sin prestarle atención, así que se dispuso a perseguir al akuma. La chica era de piel pálida como una vela, su cabello verde al igual que su traje y una serpiente de decoración enroscada alrededor de su cuello le daba una apariencia más fuerte. La chica había logrado alejarse un par de edificios, pero aun así no era más rápida que ella, el problema era su fuerza y esas peligrosas llamas. Fine Breed alcanzo pronto al akuma, la tomó de la muñeca para retenerla, el akuma gruño con enojo lanzando poderosos golpes mientras trataba de liberarse. Chloe sabía que si uno de esos golpes le daba en la cara podría noquearla, lo mejor era retenerla hasta que llegara la caballería, aunque aquello sería difícil, ella no era tan ágil, pero era ruda y no daría el brazo a torcer.

Semana ChloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora