MIA
- ¿cariño podrías bajar?-grito mi padre desde la sala.
Baje corriendo las escalera, el siempre estaba metido en sus asuntos y rara vez tenia tiempo para mi.
-¿que sucede?-me senté frente a el.
-me han ofrecido un trabajo como publicista, mucho mejor que el que tengo en este momento.-se rasco la parte baja de la cabeza- mejor sueldo mejores oportunidades.
-suena genial.-le di mi mejor sonrisa
- si, ya lo e aceptado empiezo en un par de semanas y lo que quiero decir es que nos mudaremos.-me miro y yo abri los ojos como platos por la sorpresa.
-¿que? ¿Adonde?
-san Diego, California.-bajo la mirada
-pero... ¡NO!-alce un poco mas la voz- ¡NO ME IRE! Eso esta muy lejos y mi vida esta ¡AQUI!
-Mia no hagas las cosas complicadas-dijo mi padre en un suspiro- no quiero problemas, y comienza a empacar tus cosas.
-pero... Papa ¿mis estudios? ¿Mis amigas? -no me iría.- ¡¡NO ME IRE ME NIEGO ES MI ULTIMA PALABRA!!
-Mia empaca tus cosas y esa si es la ultima palabra.- y dicho eso de una forma muy dura se dio media vuelta en dirección a su estudio.
¡Ja! Esta loco si cree que me iré, mi vida estaba aquí, no podría dejar todo así porque si.
Subí a mi habitación y tome mi iPhone de la mesita de noche y marque rápidamente el numero de emily.
-¿hola?-se escucho la voz de mi amiga al otro lado
-Emily me iré a ¡San Diego!
-pero...¿Mia de que hablas?- la voz de Emily sonaba confundida
-mi padre consiguió un mejor trabajo en san Diego y me quiere arrastrar junto con el.
-¡MIERDA! Mia no puedes, me dejaras sola con el cara de hurón.
-tengo que decirle, intentare convencer a mi padre, lo cual no es seguro.
-haz tus berrinches, o que te metan a la carcel de nuevo.
-Emily ¿acaso estas loca?, no are eso, pero los vendrá a visitar y les hablare todos los días.
-tienes que avisarle al cara de hurón.
-okay, adiós.
Colgué la llamada, y busque el numero de jhon entre mis contactos.
-¿que hay arco iris?-dijo jhon y una sonrisa aparecio en mi cara ya que asi me decia porque antes mi cabello era de un color diferente cada mes, ahora solo es castaño o pelirrojo, pero lo retomare en algún momento.
-me voy.
-¿que? ¿Adonde? Estamos en clases, dijiste que no te escaparías mas...
-no, me mudare, esta decidido-solté un suspiro.-me iré a san Diego
-¿¡QUE MIERDA!? Mia no puedes irte, la mapache y yo nos llevaremos mal si te vas, acabaremos hechos un lío.
-solo dile lo que sientes por ella, ella siente lo mismo y será fantástico.
-¿aras lo posible por quedarte cierto?.-pregunto esperanzado.
-claro que si cara de hurón, amarrarme a la puerta si es necesario.
-bien, te quiero, adiós arco iris
-adiós hurón.
Colgué la llamada y me avente a la cama, tenia que pensar un manera de quedarme, desde la muerte de mama, mi padre me lo dio todo a manos llenas, sin contar que mi actitud cambio totalmente, me volví mas rebelde, mas impulsiva y mas fría, por ello el director era mi gran amigo, ya que me mandaban con el cada clase, por la mas mínima cosa que hiciera.
Irme seria lo mas difícil que podría hacer, amaba este lugar, y era lo poco que me hacia sentir viva.
(...&&&...)
Ya habían pasado las dos semanas e intente convencer a mi padre de todas las maneras posibles, el no cedió, así que no me dejaría de otra, nuestro vuelo salía a las seis y ya tenia todas las cosas empacadas y la mudanza se había a llevado todos los muebles de aquí, solo estaba mi habitación vacía con mis maletas.
-¡MIA! Baja es hora de irnos.-grito mi padre.
-¡NO ME IRE! ¡NO BAJARE!
-DEJA DE HACER LAS COSAS COMPLICADAS.-me grito y escuche como subía las escaleras llego donde estaba y dio un suspiro de cansancio.-mi deja tus tonterías y vámonos ya por favor
Estaba amarrada a la puerta y esto era lo ultimo que quedaba.
Mi padre me jalo y deshizo el amarre de las cuerdas, yo pelee lo mas que pude pero el había ganado.
-nos vamos.
(...)
Al llegar al aeropuerto jhon y emily estaban listos para despedirme, nos envolvimos los tres en un gran abrazo y un par de lagrimas se me escaparon.
-no se maten ¿quieren? Cuando venga espero verlos completos.-le dedique mi mejor sonrisa y ambos asintieron.
La voz en el micrófono anuncio mi vuelo, tome mis maletas y me encamine hacia la puerta que para subir al avión, no sin antes, despedirme de mis amigos con un fuerte abrazó, cuando llegue a la puerta voltee para atrás y me despedí de ellos moviendo la mana de un lado a otro.
Volvería, pero por ahora iba en camino a una nueva vida.
