MIA
Eran las ocho y media cuando me levante, y me metí a bañar, salí y me puse un short de mezclilla, una blusa azul marino y unos tenis del mismo color, me hice una coleta alta y baje a la cocina.
-buenos días.-dije al entrar, viendo a mi papa sentado en la pequeña mesa, a Ameli sirviendo un plato, y a un chico semi-rubio sentado junto a mi padre
-oh Mia.-dijo mi padre.-siéntate, te presento a Max jhonson, el guarda espaldas, del que te hable ayer.
-buenos días.-dijo Max, me sonrió y le devolví la sonrisa, aunque había algo raro con este chico, debía tener máximo veinte años era algo fuerte, me recordaba a alguien, aunque no daba con quien.
-será tu sombra de ahora en adelante.- dijo mi papa sacándome de mis pensamientos.-en fin tengo que ir a trabajar, no te metas en problemas, tienes que ir por tu uniforme, y max un gusto.
-igualmente.-se giro a verme y me senté frente a el.-¿que hiciste para que ahora tu padre quiera ponerte niñera? ¿Porque presiento que en vez de contratarme para protegerte a ti de las personas, me contrataron para proteger a las personas de ti?
Sonreí ante su comentario, y escuche una pequeña risa de Ameli que puso un plato frente a mi, mi aspecto no era el mejor, las puntas de mi cabello eran azules, mis ojos eran de un castaño claro, y aveces se ponía oscuro, era alta, uno sesenta, (igual soy algo enana) y mi vestimenta no era la mejor, lo que traía puesto hoy era decente a comparación de todas mis cosas.
-¡haha! No presiente mal, y me alegra saber que no soy la única que se da cuenta de que mi papa, cree que necesito un niñero, y que no confía en mi.
-bien.-se levanto y deposito su plato en el lavadero, se giro hacia mi y pregunto.-¿tu mandas que aremos hoy?-este chico me caía bien, y con un amigo me basta.
-bien, me alegra saber que yo mando, tengo que ir a buscar mi uniforme, así que prepara el coche.-se dio la vuelta para salir pero lo detuve.-max, hay algo no iras asi cámbiate conmigo será un chico mas, dudo que pases de los veinte, así que ponte ropa de civil, no me dirás señorita ni ninguna tontería soy Mia, no me trataras como si me fuera a romper y cualquier error que cometas no te despediré, así que no tengas miedo.
Me miro raro y asintió, se dio la vuelta y salió.
Veinte minutos después, salí al garaje y me subí al coche, max subió después y me miro de reojo.
-oye si vas a ser mi sombra mínimo hay que ser amigos.-dije volteándome un poco.
-bien.-se limito a decir, era muy reservado, opte por no preguntar nada.
-es aquí.-dije una vez que doblo en una esquina y vi la "tienda de uniformes"
Baje y una señora muy amable me atendió, compre seis playeras y regrese al auto dejándolas en la parte trasera.
-vamos al parque.-se me había antojado un helado y de paso intentaría conocerlo mas.
Bajamos de auto una vez que lo estaciono, y corrí como niña pequeña hacia un cochecito de helados.
-uno de coco.-pedí al señor.
-un de limón.-escuche la voz grave de max, el señor me tendió mi helado y me le di un gracias, comencé a revolotear mi bolsa para sacar el dinero, vi como max sacaba un billete y se lo tendía, pare de buscar y detuve su mano.
-eh eh eh, no no no no, yo invito yo pago,-me miro y se le formo una sonrisa de lado, se zafo de mi agarre y pago.
-¿orgullosa?.-lo mire con cara de pocos amigos.
-algo.-camine hacia un banquito y me senté, el repitió mi acción.-y dime que es lo que ocultas, no te juzgare, si serás mi sombra tendré que confiar en ti, pero antes ¿quieres ser mi amigo?-le tendí la mano y el sacudió la cabeza, dudoso tomo mi mano y le dio un fuerte apretón, hizo una mueca y su cara me recordó a alguien, aunque no tenia claro ese alguien.-excelente entonces amigo ¿que ocultas?.
-ummm.-suspiro pesadamente.-soy gay Mia.- soltó sin mas lo vi bajar su cara y de repente un nombre me vino a la mente y su pe a quien me recordaba Max, a Jack... Tanto tiempo sin pensar en el.-nunca tengo amigo y comenze a trabajar de esto porque mis padres me echaron de casa, nadie lo sabe mas que stu mi pareja.
Lo observe unos minutos y vi el miedo en su cara a pesar de que no me conocía, vi el miedo de que lo rechazara, pero jamas aria eso.
-hey hey hey.-dije.-conmigo el auto compadecerse no funciona,no te voy a rechazar es tu gusto, y aquí tienes una amiga tómame como tu mejor amiga si quieres, ahora eres el único que tengo, y aunque tuviera mas no serias menos.
-gracias.- dijo con media sonrisa.-todos en especial las chica se me acercan y por alguna razón u otra se enteran y se alejan como si tuviera una enfermedad.-su cara se descompuso, y el chico fuerte que vi desayunando esta ,mañana ya no estaba pero ¿el lado positivo? ¡amigo gay!
-hey no busques mas, aquí tienes familia.-me señale.-mi padre no desayuna con cualquiera.
Se rió, y yo le dedique mi mejor sonrisa, me levante y camine, Max me siguió, y llegue al coche, espero a que lo abriera, y una vez que lo hizo subió.
-la vida es muy corta, para que te preocupes por la mierda que suelta la gente.-dije una vez, que el estaba frente al volante.
-pero eso es parte de ti ¿no?.-dijo mirandome con inseguridad.
-no. Debes de ser único, no lo que los demás quieran.-dije acomodándome de lado en el asiento.-la personalidad te define por tener algo diferente, y no lo que todos esperan.
-¿tu eres única?.-preguntó
-lo soy.-me quede pensativa un momento pero luego respondí.-si lo soy, aunque mi padre me allá querido moldear, jamas seré como el quiera, aunque e cambiado mucho eso no lo niego, pero yo soy yo y no hay otra igual.
-bien ¿me enseñaras lo que sabes entonces?
-si con la condición de que no me cambies.-dije viéndolo.-¿aceptas?
-claro.-estrecho su mano con la mía.-¿y?...
-este es el comienzo de una nueva amistad.
Y si que lo era.