Soixante-quinze

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En lo que pasa la noche, John se ha encargado de mantenerme informada de todo lo que pasa con Allison y como responder ante las preguntas de Abby y su padre para que logren hacer sangre negra.

- Entonces, ¿Allison era la comandante?

- No, ya te dije que no era sangre negra entonces -agarra uno de los dibujos- Abby me hizo bombear el corazón de Ontari para que su cerebro no muriera. Horroroso

- Eso es valiente para mi

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- Eso es valiente para mi

- No lo fue -quita mi mano por andar jugando con mi cabello- pero gracias

-ruedo los ojos- Hey, te estoy ofreciendo la inmortalidad y ser una deidad ¿y no puedes estar despierto?

- Si, hasta los dioses necesitan dormir. ¿Por qué tu no?, por cierto

- Mi insomnio es común las primeras noches con otro cuerpo. Puedes dormir cuando mueras, lo cual será jamás a menos de que hayas cambiado de opinión

- Aun no

- Bien. Ahora despierta y enséñame a como ser Allison para engañar a la doctora que la conoce muy bien por lo que si no paso a ella y menos al padre no habrá sangre negra y sin ello no hay chips

- Bien, ronda rápida -me levanto preparada- ¿Qué usaras cuando se pongan difíciles?

- Años oscuros, canibalismo... Ñam

- ¿Cuándo quieras que se avergüence?

- Adicción con Abby y Argent, la traición en el cañón  

- ¿Inspiración?

- Allison en Monte Weather, Allison en la ciudad luz, Allison usando el conclave para que tuvieran forma de sobrevivir y Clarke quedándose atrás para que ustedes vivieran. Hay que admitirlo, ella fue fabulosa

- Si, a menos de que te le interpongas. Muy bien, suavizaste el camino, ya están por ceder, ¿el tiro de gracia?

- Mami. Ejecutada por sobrepasar suministros médicos y entregado por el en persona

- ¿Y Abby?

- El padre de Clarke, ejecutado por traición e igualmente entregado por ella

- Nada mal, tal vez puedas lograrlo -tomamos un trago y justo se escucha el grito de una niña- Esa seria Atenea. Ah, ya sabes, tu hija. Considéralo el ensayo general

- Bien -antes de irme agarro los chips- Primero ayúdame con Abby y luego borro a mis amigos

Los guardo en la chamarra en lo que subo las escaleras, no puedo creer que aceptaran en tener una hija, es mucho tiempo de dedicación y sin pensar en ti misma, en fin, entro a la habitación con la expresión de preocupada acercándome a ella que hablaba en el idioma que ellos tienen.

- Gon nila badan yu heda op o wan op! (¡Escucha a tu comandante o muere!)

- Hey, cariño...

- Espera, no la interrumpimos cuando se esta comunicando con los comandantes, en especial con Sheiheda -le veo confundida, no entendí lo ultimo- El comandante oscuro

𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍 | Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora