Quatre vingt dix

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Narra Bellamy

Después de que una mujer apareciera e hiriera a Octavia dejándome creer que murió por la sangre en mi mano y que desapareció tomando en cuenta que me llevaron a la fuerza con ellos por lo que al llegar a un lugar extraño completamente blanco con una roca detrás de mi, mate algunos guardias para evitar que me llevaran algún lugar tomando de rehén a uno pidiendo a mi hermana devuelta; tardan un poco pero ellos la traen amenazándola de igual forma.

- Hola hermano

- Suéltenla, ahora

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- Suéltenla, ahora

- No podemos hacer eso. Estos hombres a los que mato, lo trajeron aquí desde Sanctum por una razón. Deje ir al conductor y entonces hablamos

- Ella primero

- No hay otra forma de salir de aquí, Sr. Blake

- El tiene razón. Abran el puente y envíenlo devuelta a Sanctum, y les diré lo que quieran saber. También sobre Allison

- ¿De qué estas hablando? -pregunto preocupado ante la mención de mi esposa-

El hombre que intentaba negociar conmigo se acerca a la roca detrás de mi tocando varios símbolos de ella ante las ultimas palabras que dijo Octavia.

~ Bell, esta bien. No dejare que mueras por salvarme -aparece una luz verde a mi espalda- Da el salto, estaré bien

- No lo hare, no sin ti

- ¡Bellamy al suelo!

Veo al guardia que estaba a mis pies que activo una bomba, al explotar salto por la luz verde salvándome pero siento mi espalda golpear con algo duro para después caer rodando completamente, me levanto observando a mi alrededor lleno de arboles, agarro la navaja que traía avanzando un poco al notar rocas delante de mi y la montaña detrás de ella dando la luz verde por la que llegue aquí.

Pensaba en una forma de llegar a ella para volver por mi hermana, salvar a mi esposa y evitar que toquen a mi hija cuando fueran por Allison hasta que escucho una rama romperse, giro encontrándome al mismo hombre que tenia como rehén dándome un golpe; nos golpeamos un par de veces, dando y regresando golpes, esquivándolos hasta llegar al punto en que se distrajo por la tierra que le lance a los ojos, lo golpe con una roca en la cabeza evitando que siguiera atacándome y antes de seguirlo haciendo, recordé la pequeña y tierna voz de Atenea cuando tenia cinco años diciendo que un hombre ataca cuando esta asustado o en peligro, era tan pequeña pero muy lista; dejo la piedra a un lado dejándolo ahi tirado.

Prendo camino hacia la montaña, el camino fue largo y la lluvia evitaba que pudiera subir, había una alta pared de piedra evitando que pudiera seguir avanzando hasta mi objetivo, era el único camino que había para llegar hasta la cima, intente varias veces subirla pero el agua ocasionaba que pudiera sostenerme.

Vuelvo a ver a la persona por la que estoy varado aquí pero al llegar al lugar donde lo vi por ultima vez ya no estaba, busco señales de el y noto sus huellas, en un tronco había una huella de sangre fresca, sigo el camino llevándome a una cueva donde el se encuentro acostado, me acerco a el para revisar si aun tiene pulso sin pasar desapercibido su pierna con una gran mancha de sangre, antes de poder revisar su pulso el pone sus manos en mi cuello asfixiándome.

𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍 | Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora