¡La nerd es mía! Love Live Nijigasaki

Capitulo 18

Ayumu Pov.

-¿Qué estás diciendo?- Pregunté con lágrimas en los ojos.

-Es obvio, las únicas que no lo ven son ustedes dos- Dijo con simpleza.

-¿Cómo puedes tomarte esto tan a la ligera?, ¡¿Tienes idea todo lo que pasé sólo para me digas esto?!- Le grite frustrada.

-Ayumu respira- Yuu tomó mis manos.

-Sueltame- Retire mis manos de manera agresiva mientras me levantaba- ¿Cómo puedes ignorar olímpicamente mis sentimientos solo por tus propias conclusiones?-

-Es por nuestro bien- Expresó mirándome con súplica -Si me lo tomó a pecho ¿Cómo podríamos seguir siendo amigas?

-No lo sé y para ser honesta, ahora mismo ni siquiera me importa seguir siendo tu amiga- Expresé mientras tomaba mis cosas y me iba.

Una parte de mí quería que me siguiera, que me detuviera y dijera que lo sentía, que en realidad le daba miedo perderme y por eso no podía corresponderme, pero ahí estaba, caminando a casa sola.

Y luego estaba la otra cosa que había dicho, era claro para mí que no me gustaba Setsuna, éramos amigas, era amable, agradable y parece preocuparse por mí a diferencia de Yuu, pero no es nada especial, es sólo Setsuna siendo Setsuna.

La que lleva curitas de colores en sus bolsillos de la falda porque suelo lastimar mis manos con los instrumentos del gimnasio.

La que me da los buenos días todos los días por medio del balcón y viene a ver cómo preparo pay mientras dice "No lo tocó, porque automáticamente lo arruinaré" como pretexto para no ayudarme.

La que me lanza dulces de un extremo a otro y siempre hace las conversaciones amenas e intenta entenderme.

La única lo suficientemente idiota como para intentar saltar de un balcón a otro sólo para hablar apropiadamente conmigo mientras estoy molesta.

Pero sólo somos amigas o al menos eso creo.

...

Ai Pov.

De todos los posibles escenarios que imaginé, nunca creí que acompañaría a Karin de la mano hasta su casa.

El ambiente era relajante, la noche era cálida y en la calle se podían escuchar muchos sonidos de fondo, pero el que podía distinguir más claramente era el sonido de nuestros pasos sincronizados.

De vez en cuando apretaba su mano para asegurarme de que era real y ella devolvía el gesto, no habíamos dicho una palabra, no por falta de ellas, sino que simplemente había mucho que decir, pero todo parecía tan innecesario en ese momento.

Antes de darme cuenta se detuvo.

-Es aquí- Musitó apenas audible.

-Oh, tienes una linda casa- Expresé sin saber que decir.

-Tantas cosas por decir y decides hablar de mi casa- Mencionó con gracia la peliazul.

-No quiero arruinar el buen camino que llevamos hasta ahora- Expliqué. -Ya sabes, hablar pacíficamente no es nuestro fuerte- Expresé entre risas.

Golpeó suavemente mi hombro.

-Tonta, no es mi culpa que seas pésima comunicando- Reclamó mientras paseaba sus dedos sobre la tela de mi chamarra.

-Lamento eso, pero al menos deberías dejarme claro que quieres saber- Tomé su mano libre y la besé- Prometo intentar mejorar.

-Ahora que lo dices, hay algo que me gustaría aclarar- Habló tan suavemente que casi detiene mi corazón ahí mismo.