Egypt ✧KookV✧

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Su mala cara y su posición, no era la mejor del mundo. Estaba viendo cómo unos hombres estaban apedreando a una mujer sin remordimiento alguno, por el simple hecho de que miró a alguien más que no fue a su esposo.

Toda esa manada de hipócritas creyentes le hacían resaltar los sentimientos de repudio y enojo. ¿Por qué actuaban así cuando claramente tenían a un Dios mirándoles fijamente desde arriba? Además de ser ridículo, resaltó una sonrisa para nada agradable.

Se levantó de su lugar y con altanería, se acercó a aquellos hombres. Detalló que el más grande de ellos tenía sus piernas levemente separadas y, sin remordimiento o culpabilidad alguna, alzó su rodilla y le pegó con toda su fuerza en toda la extensión de su entrepierna.

Pudo oír su alarido de dolor y pudo presenciar el cómo caía al suelo sosteniendo su parte noble. La atención de los hombres y de todas las personas a su alrededor fueron hacia ella, como si la chica que estaba siendo apedreada ya no existiera.

—Escapa de aquí, yo me encargaré de esta situación —le habló a la chica y esta asintió parándose y corriendo lejos de ahí. Su cabello fue jalado por uno de aquellos hombres y su vista se enfocó en él.

—¿Te crees muy lista, eh, maldita? —cuando aquel hombre habló, soltó un poco de su fluido bucal y Mofto no pudo evitar hacer una mueca de asco al sentir esa cosa en su cara.

—Yo que tú controlaba qué es lo que sale de mi boca, para no ser más miserable de lo que ya soy —Mofto se limpió la cara sin discreción o algo por el estilo, haciendo que el hombre se molestara y le tirara bruscamente al suelo.

Todos ahí estaban de acuerdo con lo que ya se tenía premeditado desde que ella se acercó a tales varones. Pero, como si fuera una obra del universo entero, el Faraón Egipcio se le dio por hacer una pequeña visita a su pueblo vecino. Todos ahí empezaron a ir hacia donde él se veía y los varones como tal, también lo hicieron, en seña de respeto.

Mofto aprovechó la ocasión para correr y alejarse rápidamente del lugar sin ser vista. Pero su suerte ya parecía perdida cuando por accidente, chocó con un general que acompañaba al Faraón.

Alzó su vista y se encontró con el hermoso rostro de aquel general. Sin miedo alguno, mordió su labio inferior y detalló por unos instantes al general. Guapo, cuerpo esbelto y bien cuidado, aquel traje de general y su armadura, hizo que involuntariamente soltara un jadeo.

El general seguía viendo a aquella mujer descarada y, en el momento en que la oyó soltar un jadeo sinvergüenza, algo dentro de él ya estaba revoloteando.

—Mujer descarada. ¿Te atreves a mirar así a uno de los generales del Faraón? —cuestionó y solo ahí, recibió la atención total de Mofto.

—No me arrepiento, aún si eso me condena a la muerte. Pero si le soy sincera, me gustaría escabullirme en su cama —el general rio un poco bajo y negó con la cabeza. La mujer sinvergüenza entraba en su prototipo, así que no le iba a negar nada de lo que propusiera.

—Te espero en este mismo lugar cuando la luna entre a su fase —le guiñó el ojo y Mofto salió a relucir una sonrisa de pura satisfacción.

—Como usted ordene, general —y la joven se levantó del suelo y siguió huyendo de aquellos varones, pero esta vez, saltaba de alegría por su posible encuentro con un general Egipcio.

⌫Eɢʏᴘᴛ ᯾

Para Mofto, recordar sus épocas de juventud, era como revisar qué tal estaban las cícatrices más viejas. No era fácil para ella ser la única mujer que no quería a un hombre como su esposo. Todas las críticas a su persona aumentaban por eso y aun más, cuando se enteraron que abordaba a Namjoon en su vientre.