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Si Jungkook pudiera describir ese día en una sola palabra sería: desastre. Además de lo incomodo que había sido el ambiente, los reyes empezaron a pelear fuertemente llamando la atención de todas las personas en el palacio. 

Ahora mismo estaba recostado en su cama pensando en los últimos dos meses donde pudo conocer un poquito más sobre aquel Hebreo. Sonrió mientras recordaba alguna que otra anécdota contada por aquel Hebreo. 

Tal vez aquellos pequeños momentos recordados eran como un bálsamo para una que otra herida en su corazón. La cena que se llevó a cabo fue un total y verdadero desastre, todo iba de mal en peor y lo único que quería hacer era escapar e ir al pueblo de Israel.

Hubiese aguantado un poco más ahí si su consejero y amigo Jin estuviera a su lado intentando calmarlo o solamente estuviera ahí dándole un apoyo mentalmente. Suspiró y se removió en su cama. Se sentía incomodo con respecto a su alrededor, quería salir para dejar de sentirse ahogado, quería buscar una superficie donde pudiera respirar en paz mientras era salvado por alguien.

Todo eso se quedaría resguardado e un impasible deseo que su corazón como su mente tanto querían hacer llenar. La ausencia de sus padres le volvía a tirar profundo en esas aguas mentales que él mismo había creado. Le volvía a repetir una y otra vez que no saldría de ahí sin vida y que sería olvidado como si de una escoria insignificante se tratara. Si alguien le hubiese puesto a elegir qué familia tener, decidiría que su familia fuera una sencilla y no una familia de la cual todo un país depende.

A veces se sentaba en su cama e imaginaba lo dichoso que pudo haber sido tener una familia común y corriente, que hubiese luchado por lo que ahora tienen y no solamente haber sido resguardados de descendencia de Faraones y reyes de Egipto pasando así a sus generaciones tal 'dicha' de tener el poder sobre todo un pueblo.

Cada vez que salía jóvenes y niños soltaban murmullos de lo fantástica que sería su vida si solamente hubieran nacido de familias reales, aquellos envidiaban al príncipe haciéndole sentir levemente culpable de todo al respecto. Le gustaría hablarles y decirles que nada es como parece y que te refugias en un mar donde no tienes escapatoria y poco a poco vas esperando por tu muerte y todas las consecuencias de ella. Pero simplemente no podía hacerlo porque no se le permitía hablar o que alguien escuchara al menos una queja de su parte ya que tenía prohibido hablar para que alguien que no estaba en su círculo real lo escuchase.

Le frustraba, le frustraba y mucho y tan solo quería cambiar aquel estúpido destino de un manipulable títere a una persona libre; pero simplemente todo eso se le era negado cruelmente como si toda su vida estuviese escrita desde un principio.

Daba vueltas en su cama intentando encontrar un poco de cansancio para poder dormir mejor, para poder olvidar todo lo que le atormentaba y todo lo que alguna vez se le fue arrebatado.

Y es que él aún no podía olvidar algunas cosas de su pasado y cada cosa, cada recuerdo vago era la chispa que se encendía para poner su cabeza en un lío. Se ahogaba, se estaba ahogando y temía al no poder salir con vida esta vez.

Alguna vez consideró aceptar todo el destino que se le había sido dado, alguna vez lo hizo pero cuando hizo el mínimo intento, se sintió peor que antes. Quería complacer a todos, quería complacer a su pueblo, a su padre, a su madre, a su hermana y a cada persona que se le fuera puesta en su camino para que no fuese recordado como aquel príncipe que no hacía nada y que siempre pensaba en sí mismo.

Todo el pueblo de Egipto y alguno que otro pueblo ajeno, tenían la esperanza él, tenían la esperanza de que sería un muy buen Faraón y que gobernaría como los Dioses mandan; pero ese no era su sueño y tampoco entraba en sus metas a cumplir.

Egypt  ✧KookV✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora