Egypt ✧KookV✧

16

La luz solar estaba remitiendo contra sus ojos. El calor era insoportable y su cuerpo estaba sudando como si hubiera corrido por todo el desierto sin una pizca de agua.

Sintió algo removerse a su lado y una voz en la lejanía llamando por su nombre, pero simplemente no podía atender o al menos mover sus extremidades para que la persona que le llamaba supiera que estaba bien.

Después de un tiempo, abrió sus ojos y vio a su alrededor encontrando todo en su normalidad o, bueno, hasta que sus ojos se posaron en el rostro enojado de su hermana. Suspiró y se sentó en su cama, pasando su brazo en su frente para quitar el incómodo sudor que se posicionaba ahí.

—Pensé que tomarías un poco más en serio tu boda con esa chica, pero veo que me he equivocado —habló Moon mientras abría las cortinas de su hermano para que la luz solar entrara a su habitación. Moon suspiró y volteó mirando a su hermano, encontrándolo desconcertado por la repentina luz en sus ojos—. ¿Anoche estuviste con Taehyung? 

Jungkook asintió con una sonrisa, había sido una noche inolvidable. Taehyung siempre lograba que Jungkook se sintiera bien y olvidara todos sus problemas solo con su presencia y con su preciosa voz, siendo de las mejores sensaciones en su vida.

—Fue increíble —estiró sus músculos y se dirigió al baño de su habitación, ya que el sudor había dejado su cuerpo pegajoso e incómodo.

—Imagino que sí, pero hoy se celebra tu boda y, por ende, tu coronación para Faraón. Debiste haber descansado mejor, ya que todo el día será de celebración —Jungkook suspiró y simplemente se adentró en las aguas del baño.

No quería que esa boda se llevara a cabo, ya que notaba que Eunbi y él ya no se sentían cómodos con la presencia del otro. Hace unas lunas atrás, se enteró que Eunbi estaba teniendo un romance con su consejero, Seokjin y le alegraba. De cierta forma le alegraba que Eunbi esté olvidando sus sentimientos no correspondidos por el príncipe y que empiece junto a alguien más.

Era cierto que aquello había vuelto un poco más incómodo el ambiente entre ellos, pero sí o sí debían casarse y debían coronarse como Faraón y Gran Esposa Real, para darle una prosperidad grata a Egipto y esperaban que se mantuviera por muchísimo tiempo más.

Era su responsabilidad y su padre se la había dejado a cargo, pero simplemente quería escapar como aquella vez en la cual volvió a encontrarse con Taehyung. Sonrió mientras recordaba ese día, con lo feliz que había sido por las siguientes lunas que estuvieron juntos y cómo poco a poco volvían a ganar esa tan hermosa confianza que se tenían el uno con el otro, fortaleciendo tal confianza en su máximo esplendor.

Escuchó a las criadas y criados entrar a la habitación solamente para prepararlo. Su padre había escogido de las mejores telas, joyas y sandalias para ese día tan esperado.  Suspiró y salió del agua, para después ser acorralado por sus criados. Sería un día demasiado largo, pero sabía que al final siempre estaría en los brazos de su amado.

Eunbi veía a la nada, mientras era preparada por una gran cifra de criados. Era el día en el que se iba a casar con el príncipe, pero simplemente su mente no se podía concentrar y no podía pensar en nada más que sus días en tal matrimonio. Cuando el príncipe fue comprometido a ella, su corazón estaba alegre y feliz, esperando con una felicidad el día en que su boda fuera celebrada, para proclamar a aquel inalcanzable príncipe como suyo; pero ahora simplemente quería esconderse.

Ya no le llenaba de tanta ilusión el hecho de estar casada con aquel príncipe y, por consiguiente, tampoco le llamaba la atención hacerse la Gran Esposa Real. Veía cómo la Gran Esposa Real simplemente servía para las decisiones importantes y nada más que eso. El Faraón simplemente la veía como una compañera más y no como una soberana a la que pueda amar.