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Jungkook trataba con todas sus fuerzas que su reino fuera el mejor del mundo y, gracias a eso, se había convertido en el faraón más rico de la historia de Egipto. Eunbi era de mucha ayuda, gracias a sus estudios sobre economía y prácticamente se había convertido en su mejor amiga después de todo.

—¿Entonces estás nuevamente embarazada? —Eunbi infló sus cachetes, intentando evitar la pregunta del faraón, mientras envolvía delicadamente a su pequeño entre las sábanas más suaves. Sabía que ya tenía tres bebés y, el hecho de tener más en tan poco tiempo, sería sospechoso para todo Egipto.

Pero no era su culpa, Seokjin y ella estaban en su punto más dulce del amor, después de algunas peleas y discusiones bastante fuertes. Cuando se embarazó por primera vez, tuvo miedo al recibir la reacción de Jungkook, ya que ese bebé no era de sangre real y probablemente le mandaría a matar.

Y su sorpresa fue grande, al recibir un cálida sonrisa y un abrazo que parecía ser eterno, acompañado con un 'gracias por concebir al heredero' y simplemente pasaron todo el día tratando de encontrar un nombre.

Se decidieron por Nebchasetnebet, después de una larga discusión donde sus familiares también participaron. Después de eso, Eunbi empezó a engendrar a más pequeños y eso, había sido una gran noticia para todo Egipto.

—Lo estoy —volteó hacia Jungkook, viéndole fijamente. La sonrisa que Jungkook le regaló, le hizo tranquilizarse, ya que pensaba que esta vez sí recibiría un gran regaño por parte de él.

—Saldré con Taehyung. Por favor, cuida bien a los niños y manda a Yoongi si pasa algo —un cálido abrazo fue bien recibido por parte de los dos y ambos se despidieron con sonrisas en sus caras. 

Para Eunbi, fue un soslayo recuerdo de su enamoramiento por aquel príncipe. Sonrió nostálgica, puesto que había sido ese primer amor no correspondido. Aunque le esperó por mucho tiempo, en el fondo sabía que Jungkook nunca la miraría de esa manera y fue difícil de aceptar, pero poco a poco y con ayuda de Seokjin, pudo aceptarlo.

Aunque al principio no tenía sentimientos hacia Seokjin, este se esforzó demasiado para hacer que aparecieran. Y es que Seokjin le salvó y le mostró un nuevo camino por el cual recorrer, sin ir nuevamente a aquel hueco profundo que le llevaba a dejar de ser ella misma.

Seokjin le salvó, de todas las formas en las que se puede salvar a alguien. Haciendo que su precioso corazón, pudiera mostrar cada parte de amor que existiera en ella, todo el amor que tenía por dar.

Mientras más tiempo pasaba con Taehyung, la idea de que él era el amor de su vida crecía a un más. Y es que no era para nada, sabía que los Dioses se habían encargado para que su amor fuera duradero.

Y aunque tuvo que pasar por muchas aflicciones, aunque tuvo que pasar por aquel sufrimiento y la incertidumbre de no saber dónde pudo estar, los Dioses se encargaron de recompensarlo como se lo merecía. No era un secreto, Jungkook se merecía a Taehyung.

Toda su vida estuvo esperando por su querido alguien y no daba si brazo a torcer cuando alguna chica intentaba seducirlo en su adolescencia. Le parecía un poco extraño y siempre se iba del lugar por lo incómodo que eso le hacía sentir, ya que simplemente quería a una amiga que no le viera con esas intenciones de que seguramente sería una soberana a su lado.

Siempre había querido una amistad como la que tenía con su hermana o con Eunbi, pero ellas solo le buscaban con sed de tener la soberanía de todo Egipto. Era exhaustivo, el hecho de que pronto tendría que buscar a alguien y el hecho de que no se enamoraba de cualquier persona que se le pusiera en frente; pero cuando vio esos ojos desaparecer por los párpados formando la preciosa sonrisa que tenía el Hebreo, Jungkook simplemente se sintió flechado y sin ganas de apartar su mirada.

Egypt  ✧KookV✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora