Deja tus dudas y ámame

Capítulo 12

Aparecimos en una cabaña, no me dio tiempo de apreciarla, cuando Harry me acorraló en una pared besándome con intensidad, me alzó y yo coloqué mis piernas en su cadera.

Nuestras respiraciones no daban para más, así que él nos llevó a un cuarto, me acostó en la cama y él encima mío, nuestras manos empezaron a quitar nuestra ropa, con salvajismo, de ahí en adelante todo fue lujuria, uno de los pecados más grande del mundo, pero el que con mucho gusto cometería una y otra vez.

No hicimos el amor, tuvimos sexo puro y duro, no hubo delicadeza en el acto, no hubo caricias ni besos cariñosos o palabras amables, la sincronía de nuestros cuerpos, reflejaban el deseo y necesidad que sentíamos, nos acoplábamos a la perfección, como si nunca hubiéramos dejado lo nuestro.

Lloré de felicidad y placer, no por estar haciendo el amor con él, sino porque lo tenía entre mis brazos de nuevo.

—Te extrañé tanto Nev, Merlín sabe que me hiciste mucha falta—, me susurró al oído mientras me abrazaba.

—Y tú a mí.

—Yo pienso hacerme responsable de mi hijo, pero no voy a casarme con Ginny, seguro los Weasley me odiarán, y tienen su motivo, mas no voy a dejar a mi a su suerte, él se merece crecer con sus padres, aunque estén separados.

Yo le sonreí, mientras le acariciaba el rostro, ese era el Harry que conocía, tan valiente y leal, esas hermosas virtudes que me hizo amarlo.

—Estoy de acuerdo que hagas eso, Harry.

—Estaba pensando en que si podíamos vivir juntos, a esta hora, la mayoría de los habitantes de Londres sabrá lo que sucedió, no deberíamos ocultarnos.

—No Harry, no vamos a vivir juntos—, le informé suavemente.

Él me miró confundido y un poco herido.

—No me malinterpretes, quiero que vivamos juntos, pero no ahora, necesitas sanar, necesitas dejar el pasado atrás, yo pensé que con mi amor te podría ayudar, aunque sí lo puede hacer, mas no de la forma en que yo pensaba…—, le dije mientras soltaba un suspiro—, te amo Harry, más de lo que imaginas, pero tengo que proteger mi corazón, porque ya no confío en ti, no sé si un día despiertes y te des cuenta que ya no me quieres, o que no soy lo que tú deseas, o te arrepientes de estar conmigo porque no estabas seguro de lo que querías, así que te dejo libre, si el destino nos quiere juntos, lo hará, mas no lo voy a forzar, ya no, por eso te dejo ir—, le comuniqué mientras le limpiaba sus lágrimas—, eres la persona correcta, en el momento equivocado, aunque más adelante, espero que seas la persona correcta en el momento correcto.

Busqué mi ropa y me vestí, él no hizo nada para detenerme, antes me hubiera molestado, ya no, porque ambos sabíamos que era  mejor, no forzar las cosas, él debía de sanar y yo tenía que reforzar mi amor propio, en su momento le permití que me rompiera el corazón todo lo que quiso, sé que soy capaz de permitírselo porque mi amor por él me ciega, quizá me lo merezca, pero no lo quiero y por eso me voy.

—Es un hasta pronto, por favor no me busques, dejemos que el tiempo haga lo que tenga que hacer, y coloque todo en su lugar—, y sin más ceremonias, salí del lugar, sin mirar atrás.