Pensamiento V

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Días de querer morir
Hay días en los que me siento completamente una mierda, hay días en los que soy totalmente una mierda. En estos días de tristezas pisándome los talones y decepciones colgando del techo para aterrizar como arañas en mi cabeza, no me queda otro remedio más claro y evidente que evadir mis impulsos de autolesionarme y dejar mi obsesión por el suicidio. Tal vez esté en un error, pero cierro las puertas de mi alma y me acojo simplemente en mi negra profundidad de espacio que se cierne amenazante sobre los que me rodean. Muchas veces no soy consciente de eso, y ¿qué más da? Al final nadie los ha llamado para que se preocupen por mí, por mis demonios, por mis ángeles oscuros. Mis lágrimas me consumen por dentro, y por fuera no asoman su rostro, no puedo darle ese gusto a mis enemigos, el llanto no está hecho para mí. Mi corazón cierra sus puertas y con él regresan las memorias; tardes de crepúsculos, amaneceres que resplandecen en el agua del río y mariposas que revolotean por dos torsos desnudos. Se desaparecen, se van, se esfuman los sentimientos que me impulsan a seguir; quedan rastros y huellas de algunos, pero la oscuridad les ha brindado una metamorfosis no muy bonita y agradable. Ahora solo piden sangre. Solo quieren muerte. Solo desean venganza. Hay días en lo que me levanto y ni el mejor de los asesinos es capaz de evitarme el paso. Hay días en los que soy y días en los que fui. Hay días en los que no soy nadie y días en los que lo fui todo. Hay días en los que desearía que los viernes por la noche no existieran. Hay días en los que quiero dejar de existir, morir.

50 pensamientos antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora