Espejo
Frente a frente, como quien mira buscando otra cosa y solo encuentra una imagen sucia y oxidada de sí mismo. O, por el contrario, como quien se mira y recibe más que un reflejo, como quien sabe admirar su belleza por encima de los destellos. La sangre corría por la muñeca cuando el puño hizo añicos el espejo, cayeron al suelo miles, millones de fragmentos plateados que reflejaban tonos rojizos, que se escondían en el piso hiriendo mi pies cansados. Muchos pensaron que no soportaba mi imagen, muchos no entendieron por qué lo hice, nunca lo comprendieron, y ahí se quedó la simpleza de sus almas vanas. Rompí el espejo. Sí. Pero no por evitar mirarme. No por no estar conforme conmigo. Rompí el espejo porque te recordaba. Porque cuando me miraba, te veía detrás de mí. Te veía sonreír como siempre, y pasabas tu mano por mi pelo. No pude aguantarlo, no pude volver a mirar tus ojos; aunque los extrañé, preferí olvidarlos. Preferí dejar que llegara el momento para volvernos a ver, frente a frente, a pesar de que para eso haya tenido que gastar media vida.
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50 pensamientos antes de morir
Short Story50 trozos de alma. 50 pedazos de papel arrancados de mi corazón. 50 locuras tiernas. 50 reflexiones con polvo de mariposas. 50 tropiezos sensatos. 50 maneras de recordar mi cordura y mis colores frente a un mundo gris de desengaños. Estos son 50 pen...