{El llanto de los dragones}
Puedo vivir con mi cuerpo lleno de cicatrices una vida feliz
Pero si fueras tu quien las tuviese, mi alma no dejaría de sufrir.
Los días pasaron convirtiéndose en años, todo estaba en armonía para los habitantes pero un día en el mes de octubre toda aquella normalidad cambiaria.
Sanji se encontraba caminando por donde siempre encontrándose por desgracia aquel acontecimiento. El castillo donde yacía su reina estaba envuelto en llamas pero también en las paredes había rastro de bloques de hielo.
Los habitantes gritaban asustados, era la primera vez que había un acontecimiento hacia entre dragones, Sanji intentaba controlar su miedo y ayudaba a los que habían sido heridos en la pelea.
Costaba ponerse a salvo ya que el guardián dragón de su reina era un dragón de viento, como adivino Sanji cuando era mas pequeño.
Todo estaba en ruinas, realmente era aterrador la guerra pero no tanto como una con dragones tan poderosos, pero Sanji no se iba a esconder debía ayudar a los heridos, cuando pensó que todos estaban ya a salvos la voz de una pequeña le hizo volver atrás justo al lugar donde estaban las llamas, Sanji fue viendo con dificultad y tapándose la nariz con su camisa para evitar inhalar mucho humo. Al cabo de unos minutos y de a verse herido las manos consiguió sacar de allí a la niña pero justo cuando iba a volver atrás se derrumbo parte de la pared del castillo cortándoles el paso, Sanji pensó con rapidez de que seria mejor entrar dentro y salir por la otra salida del castillo, pero dudaba no sabia donde estaban los guardianes y que pasaría si se lo encontrase.
Y efectivamente fue aquello lo que le sucedió vio como uno de ellos volvía a su forma semihumana, tenia el cuerpo de un hombre junto las escamas de un dragón, Sanji no pudo evitar quedarse viendo ya que era la primera ves que veía esas escamas, eran rojas con tonos blancos, su mirada tenia distintos tonos mezclados como sus escamas, sin lugar a duda era un mestizo.
Este no se dio cuenta de la presencia de Sanji, cosa que le aliviaba así que cuando se fue aquel guardián, Sanji corrió hacia la salida pero cuando iba hacerlo un nuevo ruido llamo su atención, giro su rostro para verlo y lo que vio hizo que su alma se partiera.
Aquel dragón de viento que siempre veía había cambiado, ya no tenia esa mirada amenazante, ni ese aura de fuerza, en cambio yacía un hombre con escamas caminando con la mirada perdida mientras sujetaba en sus brazos el cuerpo sin vida de la reina.
Sanji quiso ir ayudarle pero no le dio tiempo, el dragón dejo con delicadeza el cuerpo de la reina en el suelo y se arrodillo ante el, miro al cielo susurrando palabras que no entendía el rubio, cerro los ojos dejando caer una lagrima y acto seguido se quito la vida con su propio poder.
Los días siguientes se tornaron grises, los habitantes lloraban por la perdida de su reina. Nadie sabia de donde había venido aquel dragón ya que algunos reinos tenían dragones mestizos y seria difícil localizar cual fue, tampoco su reina había tenido problemas con ningún reino, pero a veces no hace falta hacer nada para crear odio en el cuerpo de alguien.
-¿Como te encuentras?
Zeff se acerco a Sanji con una sopa entre sus manos, después de aquel incidente el rubio había estado encamado, obligado por Zeff, ya que este cuando le vio en aquel estado su corazón se angustio pensando que pudo a verlo perdido.
-Estoy de maravilla.- Sanji pauso para darle un sorbo a su caldo.- así que hoy me gustaría...
Zeff se levanto con la mirada clavada en él, era una mirada severa, como la de un padre cuando te iba a negar algo que te pondría en peligro.
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Mi dragón guardián
Science FictionEl amor solo trae detrás de él tragedia. ¿O tal vez no?