Día 4: Talismán

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Mi intención fue pasar desapercibido porque ni siquiera debería estar en la escuela hoy considerando que era fin de semana y que yo para nada participaría en aquel torneo escolar, pero aquí estaba. Prácticamente mi reloj interno me había despertado como si tuviera que ir a la escuela como en un día normal, y aunque no me gustara aceptarlo, sabía las razones por las que me había levantado temprano ese día y había ido a la escuela para permanecer bajo las gradas, y especialmente para usar una carta en específico.

Soy fiel partidario de que las Cartas Clow tienen poderes muy avanzados y sobre todo antiguos, por lo que debería restringirse su uso a eventos sumamente importantes, por lo que el hecho de que precisamente este día a mí se me haya ocurrido llevar conmigo a la carta Carrera se consideraba un acto completamente fuera de mí, y es que de no ser porque unas palabras seguían dando vueltas en mi cabeza, entonces yo estaría siendo fiel a mis creencias.

«Creo que Rei consideraba a Peewee su talismán para las carreras... solo quería que estuviera con ella una vez más antes de convertirla en carta»

Recuerdo su mirada triste aquella tarde luego de haber sellado la carta tras mis protestas y las de Kerberos, incluso la misma Daidouji había estado de acuerdo en que lo correcto era sellar la carta y dejar que Tachibara obtuviera un lugar en la carrera por su propio mérito y no el de la carta, pero en mismas proporciones tengo que admitir que sabía que las intenciones de Kinomoto no eran malas, y creo que en estos casos me doy cuenta que aunque nuestro nivel de magia este casi al mismo rango – aunque yo no lo admita con frecuencia –, en definitiva somos muy diferentes a la hora de dejarnos llevar por nuestras emociones, especialmente porque yo no lo hago... o por lo menos no siempre.

No era culpa en lo absoluto, pero algo me llevo a hacer aquello, y es que técnicamente solo lleve la carta Carrera a la escuela y la active por una milésima de segundo, no le hizo daño a nadie ni mucho menos alteró el orden de las cosas, sin embargo, cuando me disponía a salir de la escuela tan sigilosamente como había entrado ese día, una voz reconocible se coló en mis oídos y me hizo girar de inmediato... ¿Cómo pude olvidar que ella podía sentir también la presencia de las cartas Clow?

- ¡Li! – Dijo la voz ahogada de Kinomoto quien quedo solo a unos metros de mí, me resulto un poco extraño verla con el uniforme de las porristas, y aunque lo encontré agradable a la vista, preferí mantenerme imperturbable – ¿Usaste la carta de la Carrera?

Mis ojos se cruzaron con los de ella, estaban más brillantes que esa tarde en que tuvimos que sellar dicha carta y por alguna razón eso me reconforto mucho, pero mantuve mi semblante serio y firme.

- ¿Crees que esa estudiante de 6to logro el primer lugar por la ayuda de la Carta Clow? – Dije metiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta de forma despreocupada, quería mantenerme impasible.

Kinomoto me miro desconcertada – ¿Ah? Pero... – Se veía completamente sorprendida, aunque a la vez llena de curiosidad por lo que había hecho, sin embargo, antes de que me abarrotara de preguntas decidí adelantarme.

-En estos casos está prohibido utilizar las cartas Clow – Sentencié mirándola tan seriamente como cada vez que buscaba darle una lección al respecto – No usé ninguna clase de magia... Solo la traje aquí.

Seguido de mis palabras saqué del bolsillo de mi chaqueta la carta Carrera y se la mostré a Kinomoto mientras suavizaba mis facciones, quizas incluso debí sonreír un poco ya que ella de inmediato cambió su expresión de preocupación por una enorme sonrisa, aquella que siempre estaba en su rostro y que había estado ausente desde que sellamos la carta.

Me giré sobre mis talones sin decir nada más y empecé a caminar hacía la salida, sin embargo, a mis espaldas escuche la voz animada de Kinomoto, cuyas intenciones al fin y al cabo habían sido cumplidas – Me da gusto que Rei haya ganado por su propio esfuerzo.

Se escucho la voz de una profesora por el micrófono, anunciando el nombre de la alumna de 6to grado y el lugar que había ganado en la carrera, así como también se coló en mis oídos la risa de Kinomoto, lo cual me hizo girarme para darme cuenta de que esta ya se encontraba de regreso al patio de la escuela, pero no me impidió verla correr hacia ese lugar hasta que se perdió de mi vista.

Era extraño, ya que pocas veces en mi vida había hecho algo como esto por alguien más, incluso cuando yo no conocía para nada esa niña de 6to grado, si conocía un poco más a Kinomoto, y aunque ignorara aún las razones por las que hice todo esto, supongo que estuvo bien.

Todo esto seguía siendo parte de mi misión... o eso quería pensar.

oOo

N/A: ¡Hola a todos! Espero que tengan un bonito inicio de semana. Aquí les traigo la palabra del día, y admito que me costo un poco encontrar un momento en el anime que encajara con esta, sin embargo, llegué al capítulo 30, llamado "Una carta lastimada" y me di cuenta de lo olvidada que tenemos esta ultima escena entre Sakura y Syaoran y la encontré perfecta para la ocasión, espero que la hayan disfrutado.

Estoy muy contenta de que a todos les esté gustando esta dinámica de rememorar el anime desde el punto de vista de Syaoran, prometo que van a ser un remolino de emociones.

Muchas gracias por leer y nos vemos en el siguiente.

Besos.

ACLARATORIA: Esta historia es de mi autoría, no existen colaboraciones con nadie y en el caso de que las hubiese se le darían sus respectivos créditos. Esta historia solo es publicada a la fecha en las plataformas FanFiction y Wattpad; si está en alguna otra es porque no está autorizada por mi persona y se considera plagio. No se permite la copia y/o adaptación de esta historia.

Reto Fictober 2021 ן Nacido para una misión (SCC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora