Capitulo 5. 2/2

7.3K 349 5
                                    

Jorge bufo. Siempre se lo contaban todo, hasta las aventuras con las chica.

-Hace mucho, mucho tiempo que no te veo ruborizado, amigo.-Retomo Ruggero.

-Lo se. Hasta yo me sorprendo a mi mismo.-Dijo Jorge parpadeando para que se le fuera la tontera.

-¿Entonces? ¿Has visto a Elsa Pataki desnuda o algo así?

-Lo que he visto le da mil vueltas a la Pataki.-masculló Jorge riendo.

-No puede ser.

-Asomate por la puerta del baño y lo compruebas tu mismo.-le sugirió Jorge.

-Oh dios, ¿espiando a tu clienta?

-No es mi clienta, es un caso.

-Da igual, ¿te pone, eh? No está mal.

-¿Qué no está mal?.-espetó Jorge.-Bueno, dejemos el tema.

-¿Qué pasa? Siempre te gusta opinar sobre las mujeres conmigo.

- Lo se, pero no de clientas o casos o testigos.

-Temes que pase lo mismo que paso con Stephie.-No fue una pregunta, fue una afirmación. Jorge no dijo nada, pero eso mismo lo delato. -No tiene por que.

-Lo se, pero desde entonces he aprendido la lección, nada de acostarse con la faena.

-Tomate un descanso.- suspiro Ruggero.-Lo necesitas. Y si no lo haces pronto me veras a mi entre sus piernas.-El apuesto italiano se levanto y se fue riendo, hasta su habitación.

Martina apareció entonces. Con el pelo mojado y solo con el jersey de Jorge que le llegaba un poco por encima de las rodillas.

-¿Qué tal la ducha?-se atrevio a decir Jorge.

-Muy, muy bien.- dijo estirandose y mostrando algo mas del muslo.-estoy súper relajada.

Pues, si supieras que tan tenso estoy yo, muñeca...

-¿Tienes algo para beber?.-Jorge arqueo una ceja.

-Acabas de llegar aquí y, ¿ya pidiendo?-mascullo.

-¿qué quieres? Tengo sed y ya sabes que hacer, sé que no te caigo bien.-le dijo mirandolo con ojos de niña inocente.-Y sé que no me quieres aquí, que es solo por tu trabajo. Pero solo tienes que meterme en tu precioso auto y devolverme a la ciudad.

-No haré eso. ¿para que? ¿Para que te maten?-dijo con una sadica sonrisa-Entonces no cobraría por este caso.-Martina suspiro y se dirigió haci lanevera.

-Te importo solo por el dinero ¿cierto?

-Claro. No sabes el dinero que gano en mi faena, por algo tengo todo esto. -abrió los brazos.-Y si tengo protegida una testigo como tú.- puso los ojos en blanco.- Además, arriesgo también mi vida en este trabajo.

-Es lo que tu elegiste.- Jorge la miro serio. Mal, frio, como él era. Nada de sentimientos, nunca.

-¿Tienes que tener siempre la última palabra?-preguntó

-Si.-le contestó, enfadandolo, dando un trago a un jugo de piña. Jorge observó como se relamia los deseables labios.

Protegeme. - Jortini (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora