Capitulo 14 • Paula

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Isabella, la madre de Marco me abre la puerta con los ojos hinchados, no me hace falta pensar mucho para saber porqué.

Lo he visto en las noticias, una mafia a asesinado a Antony.

He denunciado a toda velocidad a la cadena de televisión en la que lo he visto, Marco no aguantaría enterarse de algo así por una imbécil a la que no le importa el sufrimiento ajeno, una idiota que solo cuenta las penas de la gente para llamar la atención, porque si, eso es lo que pienso de las cadenas de comunicación, que son una mierda, con todas las letras.

No hace falta que las palabras salgan de mi boca, con una simple mirada, ella ya sabe a lo que he venido.

—Arriba, en su habitación- Me indica Isabella casi de inmediato.

Asiento y camino subiendo las escaleras hasta plantarme delante de su puerta.

—¿Marco?- Pregunto confusa al no escuchar ni un solo ruido -Marco, ¿Estas ahí?- Repito.

Al no obtener respuesta alguna, bajo de nuevo para reencontrarme con su madre, que me observa llegar al salon con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa?- Pregunta curiosa.

—Marco no esta en su habitación.

—¿Cómo? Eso es imposible, acabo de bajar hace unos minutos y él se ha quedado ahí encerrado.

Mi cerebro empieza a unir trozos del puzzle.

No tardo en subir de nuevo, esta vez alterada y nerviosa, abro la puerta y me paralizo al ver el cuerpo de mi mejor amigo, repleto de sangre, tumbado en el suelo.

Dos segundos mas tarde pego el grito de mi vida, alarmando a toda su familia, que suben a toda velocidad para descubrir qué ha pasado.

Isabella es la primera en llegar, pero, se paraliza al igual que yo.

Justo después de ella, entra Peter, su esposo.

—Pero, ¿Que haceis ahi quietas?- Pregunta alterado pasando entre nosotras y acercándose al cuerpo de su hijo, que yace en el suelo  -Llamar a una ambulancia, ¡Rápido!- Exclama al ver que ninguna nos movemos.

De repente, un escalofrío inmenso recorre mi cuerpo activando de nuevo mis sentidos.

Saco rápidamente el móvil y marco el numero de emergencias mientras Peter intenta taparle los cortes a Marco.

—Hola, buenas tardes, ¿Cuál es su emergencia?- Atiende una voz joven.

—Mi-mi mejor a-amigo- Mi voz se va quebrando con cada palabra cada vez mas.

—¿Tu mejor amigo?- Repite el operador -¿Le ha pasado algo?

—S-si, se est-ta des-desangrando.

Una mano me quita el teléfono y la voz de Isabella comienza a murmurar.

—Necesitamos una ambulancia, mi hijo se va a morir, es urgente, ¡Me entiende! mi hijo, se va a morir si no vienen rápido... Avenida Roma, numero treinta y seis, rápido, por favor.

Mis ojos se enfocan en Marco, que sigue en el suelo, con los ojos cerrados y las heridas medio vendadas.

Algo metálico llama mi atención a su lado.

Son unas tijeras, llenas de sangre.

Mi corazón comienza a latir cada vez mas rápido, como si fuese yo la que se desangra y no él, mi respiración se acelera y vuelvo a sentir una presión extraña en el pecho.

—Necesito que me dé el aire- Es lo ultimo que digo antes de salir corriendo de esa casa.

La imagen de Marco tumbado en la alfombra, rodeado de manchas rojas, no deja de navegar en el mar de mis recuerdos.

Corazón en ruinas *EN PAUSA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora