Lie ~ Jintae

Sacrificio

— Baja esa arma — expreso Yonhue temeroso al ver como Eunhee le apuntaba con mano temblorosa y con decisión en sus ojos.

— De ninguna manera. Esta es la única forma. — dijo con dolor y lagrimas en sus ojos recordando como fue informada de que su hijo estuvo a punto de quitarse la vida por segunda vez, siendo salvado por Namjoon. — todos los problemas de mi hijo solo se irán cuando te mueras.

— Como si ver a su madre en la cárcel fuera muy alentador. Baja esa maldita arma.

— Maldito seas Yonhue. Mi hijo estuvo a punto de morir por segunda vez por tu culpa. — Yonhue arqueo sus cejas en asombro — le quitaste la vida al quitarle a su familia. Y yo terminare con la tuya de una buena vez. Pude soportar que engañaras a mis padres y les arrebataras su fortuna dejándolos casi en la quiebra. Pude incluso soportar que tuvieras una relación clandestina con esa mujer y aun incluso terminar de criar a su hijo. Hijo que no tiene idea de la verdad. Verdad que destrozo en su momento a Seokjin y por la cual llego a odiarme por ocultársela.

— No se de que te quejas. Bien que te has encariñado con el muchacho.

— El no tiene la culpa de la clase de padre que tiene. Gracias al cielo que no lo sabe.

— Algún día Hoseok tendrá que saberlo. ¿Qué crees que piense sobre la persona que asesino a su padre?

— No podría interesarme menos que el hecho de saber que no podrás hacerle nunca mas daño a mis hijos.

— ¿ahora es tu hijo también? — sonrió irónico.

— Lo es. Es un buen muchacho que no saco nada de ti. — apretó el gatillo y disparo al pecho de su esposo. Se detuvo un momento viendo la sorpresa pintada en el rostro de su esposo y apretó el gatillo nuevamente impactando en repetidas ocasiones con furia.

El personal médico se alertó de inmediato ante los sonidos de disparos, así como los guardaespaldas del señor Yonhue. Eunhee fue sorprendida con un revolver en su mano apuntando hacia un moribundo señor Kim. Su expresión era de terror y de dolor con su mano temblorosa.

— ¡Suelte el arma!

Eunhee bajo su mano dejando caer el arma al suelo y de inmediato fue apresada por uno de los guardaespaldas. Mientras tanto el personal medico intentaba reanimar al señor Kim, pero era demasiado tarde. Yonhue había muerto por los certeros cinco disparos recibidos en su pecho. Eunhee sintió alivio al ver que había acabado con la que consideraba era la mayor amenaza para su hijo. La policía no demoro en llegar para arrestarla y llevarla a comparecer ante la justicia.