Seokjin y Taehyung vivirán atrapados en una mentira por cuenta de la ambición e intereses de sus padres y familiares, pues cuando Seokjin conoce a Taehyung cree que es una hermosa chica y se enamora de él a primera vista. Taehyung no puede evitar ne...
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— Señora Kim — la miro incrédulo. .— ¿acaso esta es su forma de espantarme para que me aleje de usted?
— No, Hoseok...
— Porque usted sabe que yo no la juzgo. Es algo fuerte, pero sé que de alguna manera se vio orillada a esto. Y sé que tiene que ver con la protección de su hijo.
— ¡Escúchame Hoseok! — exclamo algo alterada y luego resoplo — La primera vez que Yonhue me hablo de ti y su insinuación de tenerte a mi cargo me genero indignación. Estaba segura que no tendría amor para ti. Todo porque eras fruto de su falta de respeto hacia a mí. Aunque sabia que no me amaba y yo tampoco, por supuesto. Por lo menos exigía respeto como su esposa. Pero de manera muy cínica me hablo de tu existencia. Cuando te conocí tu madre aun vivía. — Hoseok le miraba absorto con un nudo en la garganta. — Y al verte con esos ojos inocentes, curiosos y llenos de alegría, todo argumento para negarme de tu cuidado murió en ese momento. Yo...Hoseok...te veo como un hijo y no lo digo para que me perdones. Lo digo porque realmente así es.
— No entiendo.
— ¿Qué no entiendes, pequeño?
— El Señor Kim nunca se acercó a mí. Simplemente lo hizo cuando requería algo respecto a los negocios que usted manejaba.
— Yonhue sabia disimular muy bien sus sentimientos. Y su forma de querer es muy diferente. Así como fue frio contigo, lo fue con Seokjin. Solo que con él fue más demandante.
— ¿más? — sonrió irónico. — Le digo que ese hombre nunca se acerco a mi — dijo ligeramente molesto.
— Las tareas difíciles, que creías que eran algo exageradas y que no tenían mucho que ver con tus funciones me eran dadas por Yonhue.
— No puedo creer lo que me dice. Ese hombre no puede ser mi padre.
— Lo fue.
— ¿y porque me lo dice ahora? — pregunto herido.
— Él nunca quiso que lo supieras.
— Entonces nunca debió decírmelo. No es grato saber que se es hijo de un hombre arrogante, avaro y lo peor de todo un asesino.
— Creí que merecías saberlo. Por muy dura que sea la realidad.
— ¡Basta! — se puso de pie molesto con lagrimas en los ojos y el corazón de Eunhee se apretó llenándose de temor — Basta señora Kim. No se que pretende con todo esto. — de repente Hoseok abrió sus ojos asustado al caer en cuenta que si aquello que la señora Kim le decía era cierto, entonces Seokjin era su hermano. Se perdió mirando a la nada procesando aquello y todas aquellas veces que se besaron.
— Hoseoki... — le llamo preocupada.
— ¿Seokjin lo sabe? — pregunto angustiado mirando de forma vacía.
