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Buenas noches, días, tardes, los personajes no me pertenecen y las canciones que se mencionan, le pertenecen a sus respectivos autores.




- ¡No! – gritó Deidara con el ceño fruncido – ni siquiera lo piensen, la idea era que tú – dijo señalando a Naruto – te vistieras así, no yo –

- Vamos, te queda perfecto y con el peinado adecuado te verás hermoso y muy elegante – Hidan comenzó a reír después de lo dicho al menos la fiesta de Itachi sería divertida, o eso esperaba.

- Los odio – señalo al rubio y al peliplata - ¿A qué hora es la fiesta? –

- Apenas y tenemos el tiempo necesario, el día de hoy ambos disfrutaremos – dijo Naruto, él como Hidan tenían el corazón roto, pero era suficiente, él sobrevivió para ser feliz, no para seguir sufriendo.



El rubio de cabellos largos salió de la recamara de Hidan, tanto él como Naruto quedaron anonadados al verlo con ese traje, simplemente se veía perfecto.

- Ya tenemos la cita en la peluquería – Naruto reía divertido, en su época ya no se les llamaba así, eran Estéticas.

- Ustedes realmente se ven más que perfectos, no me molestaría meterme a la cama con los dos al mismo tiempo – su comentario hizo que el menor de los tres se sonrojara.




Naruto y Hidan se sentían nerviosos, ninguno tenía la intención de ver a los azabaches con sus prometidas, pero ya estaban ahí, así que debían disfrutar. El rubio menor tenía toda la intención de matar de celos al tal Sasuke, se lo merecía por ser un auténtico imbécil y tratar mal al peliplateado.

Entraron a la enorme sala de la casa, decorada con colores sobrios, muy elegante, buscaban con la mirada a Itachi, sabiendo que a partir de ese momento, su corazón dolería toda la noche. El rubio dio un apretón de mano a su amigo y ambos sonrieron acercándose a la mesa de Itachi, este los recibió regalándole a Hidan una mirada de advertencia, no soportaba ver que Naruto fuera demasiado cercano a él, sin dejar de mencionar lo malditamente guapo que se veía el rubio en traje, era la primera vez que vestía de esa manera.

Por su parte Sasuke sentía la necesidad de golpear a la maldita golfa que con tanta confianza abrazaba a su ex, ella se encontraba de lado izquierdo, siendo el rubio el que se encontraba de lado derecho.

- Tomen asiento – pidió el mayor de los Uchiha, sentando a Naruto a su lado, ganándose un gesto de molestia de Izumi, al lado del rubio se sentó Hidan, y a su lado la rubia despampanante que los acompañaba.

Izumi y Hinata fruncieron el ceño, se sentían opacadas por aquella mujer de ojos color azul, la cual vestía un vestido color rojo estraple, pegado a su cuerpo hasta la cintura, para caer en línea A y llevando tul, para hacerlo muy ampón, digno de esa época, traía guantes de satín rojo que llegaban arriba de sus codos, un maquillaje sobrio, pero con un labial rojo que quedaba perfecto con su piel blanca, y su peinado, una gruesa diadema que dejaba ver su rubio y brillante cabello caer y con las puntas hacia arriba. Naruto admiraba y le gustaba la manera en que las mujeres de los años 50's vestían y se peinaban. Pero Izumi no tenía celos por su prometido, el que se llevaba ese lugar era Naruto, odiaba al maldito amanerado por robarse el corazón de Itachi.

- ¿Deidara no vendrá? – pregunto Itachi, observando a Naruto, enojado porque este no dejaba de mirar a su acompañante rubia.

- No, el pobre tenía demasiada tarea, sabes que está por terminar la universidad y la entrega de proyectos lo está acaparando –

No ReturnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora