Prólogo.04 de Octubre 2000.
Una mujer rubia, ojos verdes, alta y verdaderamente hermosa se mira al espejo contemplando el pequeño cambió que sus hijas dejaron en su cuerpo. No es notable pero es sorprendente ver como su cuerpo sigue siendo envidiable a pesar que dió a luz gemelas.
—cariño— su esposo le llama, causando que ella se sobresalte frente al espejo, gustandole el gesto que hizo y queriendo verlo de nuevo— Tengo una noticia para ti—la emoción en su voz no puede pasar desapercibida para su esposa, la cual posa toda su atención en el guapísimo hombre con el que hace dos años decidió unir su vida.
—¿Qué ha pasado?— pregunta curiosa, alejándose del espejo para sentarse en las piernas de su esposo, que ahora está sentado en la orilla de su cama matrimonial.
— Thomas me ofreció una oportunidad que puede interesarte.
La mujer le presta atención a su esposo, quien con su voz teñida de emoción le hace saber que él consiguió lo que ella tanto había querido desde que la conoció.
—Te amo, sin duda eres el amor de mi vida— chilla la mujer rubia, esparciendo besos por todo el rostro de su atractivo esposo.
— Lo que sea para ti, haría lo que sea por ti— responde el castaño, dejando un casto beso en los labios de su esposa.
31 de Octubre 2008.
El cumpleaños de las pequeñas gemelas Volkova es acechado por muchas cámaras. La mamá Volkova es exagerada, bueno ese es el pensar de algunas personas. Dos niñas con cabello rubio llevan dos coletas que provoca lo adorable en ellas, sus ojos verdes desprenden esa chispa de alegría. Aman la atención que las cámaras les regalan, cada movimientos de las niñas es grabado. Ellas se divierten y sus delicadas carcajadas se escuchan por casi todo el jardín de su mansión.
— ¡Es hora de apagar las velas del pastel!— exclama de manera efusiva la tía Olivia o como mejor es conocida la tía Livi—Mis copias doradas, vengan aquí—las niñas se acercan riendo hacia la mesa donde su precioso pastel está ubicado, y en donde ahora el esposo de tía Livi se encuentra colocando las velas purpuras.
Olivia se percata que Cassandra su hermana y madre de las gemelas no esta y su cuñado tampoco.
—Iré en busca de sus padres— avisa a su esposo, quien levemente asiente con su cabeza.
Ella se encamina a pasos rápidos hacia la entrada de la inmensa mansión, pero no se percata que sus sobrinas caminan detrás de ella, la están siguiendo. Sube las escaleras hasta llegar hacia la habitación del matrimonio Volkov , cuando esta por tocar el grito de su cuñado le hace saber que están discutiendo.
—Estoy harto de esto— Olivia quiere retirarse pero la curiosidad le gana— no puedo tolerar que él esté aquí.
Las risillas de sus sobrinas la sobresaltan, ella pierde su concentración de la discusión que tiene su hermana con su cuñado.
—¿Pero qué hacen por aquí?— les riñe.
—Somos espías, Tía livi— Rusalka se ríe de la ocurrencia de su gemela Makosh.
— Vamos, sus padres están ocupados.
Bajan las escaleras de la mansión para luego volver al jardín con el resto de los invitados.
Rusalka y Makosh se sientan en sus lugares de honor, las velas son prendidas y todos comienzan a cantar el Happy birthday.
Rusalka camina hacia su habitación, quiere ir a guardar los dulces que su abuelo Nicolás le obsequió de manera extra. Él sabe que su nieta tiene una gran debilidad por los dulces.
Cuando esta por adentrarse a su habitación un sonido extraño proviniendo del cuarto de invitados que está a cuatro puertas de su habitación llama su atención. Con los dulces en sus pequeñas manos camina dudosa hacia ese lugar. La puerta se encuentra entreabierta, por lo que temerosa se adentra al lugar y la imagen que se encuentra le provoca escalofríos por todo su delicado cuerpo. De la impresión algunos caramelos caen al piso. Sin tiempo de recogerlos huye de ese lugar con sus mejillas húmedas sin poder borrar la imagen de sus madre desnuda besándose con un hombre que definitivamente no es su padre.
Rusalka se mete a su habitación, llorando a mares, gruesas lágrimas escapan de sus preciosos ojos. Llora porque a pesar que no es una niña tan grande sabe que lo que estaba haciendo su mamá estaba mal. Toma asiento en el borde su cama. Dejando caer sus ahora no tan preciados caramelos al piso de su bonita habitación donde el color verde está prevaleciendo, Pasan los minutos, ella sigue estática en el borde de su cama, con su vista fija en su mesa de noche donde una foto familiar está colocada con un marco precioso y delicado.
—Cariño, ¿Qué haces aquí?—la señora Volkova se acerca a su pequeña pero para su sorpresa su hija se aleja.
Cassandra frunce el ceño ante esa acción tan poco común. Sollozos escapan de la boca de su pequeña.
—Rusalka, ven aquí, me estás asustando cariño, ¿Te hicieron algo?
La niña la observa con su rostro húmedo y mirada de desprecio.
—Eres un zorra mamá.
Cassandra se queda petrificada en su lugar. ¿Por qué su pequeña niña le dice algo tan semejante?
— No me hagas castigarte — regaña la mujer— soy tu madre, no puedes decirme algo como eso—, se acerca un poco desconfiada.
— Besaste a un sapo mami— lloriquea la niña — papi era el príncipe y tu besaste al sapo.
Cassandra se queda estática en su lugar, su rostro palidece, ahora sabe que la puerta abierta fue porque su hija presenció su infidelidad.
Buenas noches 🖤.
Bienvenidos a nuestra historia, gracias por brindarnos una oportunidad.
Por favor no olvides votar y comentar. Besitos con sabor a moras y una nalgadita por buena persona.
•GyJ.
ESTÁS LEYENDO
Hermosa Mentira. PAUSADA
RomanceArrastrando cadenas invisibles sobre su espalda que cada día se vuelven más pesadas. Entre lágrimas y murmullos dolorosos que tiene que guardarse para ella misma. La debilidad no es algo que puede permitirse en su frívola vida. - No puedes permit...