Arrastrando cadenas invisibles sobre su espalda que cada día se vuelven más pesadas. Entre lágrimas y murmullos dolorosos que tiene que guardarse para ella misma. La debilidad no es algo que puede permitirse en su frívola vida.
- No puedes permit...
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21 de Julio 2020.
De manera torpe camino hacia el elevador. Intentando arreglar mi ahora desastroso cabello. Intento acomodar el bolso que cuelga de mi hombro. Entro en la caja metálica. Para apretar el botón necesario. Observo mi reflejo en los espejos del elevador. Definitivamente tengo que arreglarlo. Las puertas del elevador se abren indicando que ya estoy en el piso correcto. Camino con rapidez a la otra puerta de salida que da hasta el estacionamiento del edificio.
¿Cómo pude quedarme dormida en este día?
Hace un días Annelise me ayudó a conseguir una entrevista de trabajo en una galería de arte. Estuve encantada con la idea. Nunca antes he trabajo pero la pasión que siento por la pintura me permite sobrepasar mis limites. Sumando el hecho agradable que ganaré mi propio dinero. Una vez que estoy junto a mí auto me adentro en este. Colocandome el cinturón de seguridad. Observo mi reflejo en el retrovisor. Ahora si es momento de dejar presentable mi cabello. De mi bolso saco un cepillo para resolver el pequeño inconveniente de mi cabello rubio. Cuando me encuentro satisfecha con el resultado enciendo el auto para conducir hacia la galería de arte.
Me estaciono frente al bonito edificio que tiene aspecto un poco rústico que da una vibras de ser un lugar libre. No sé porque diablos tengo esa sensación. Pero me agrada. Apago el auto, para después desabrochar el cinturón de seguridad. Vuelvo a colgar en mi hombro el bolso que anteriormente había dejado en el asiento de copiloto. Con los nervios recorriendo cada partícula de mi cuerpo salgo de mi auto. Para caminar hacia la entrada de este lugar. Intento dar respiraciones profundas para mantenerme calmada.
Entro en el edificio para después caminar a recepción.
- Buenos días, tengo una entrevista con Sarah Kush- la chica del puesto de recepción sonrie amablemente.
- Buenos días - responde cordial- permitame su nombre, por favor.
- Rusalka Volkova- al instante la sonrisa relajada que estaba plasmada en sus labios pintados de color rojo, se vuelve nerviosa.
Que ladilla, me hago una idea del motivo.
- La señora Kush la espera justo en este momento - mira atenta el reloj que esta en su muñeca- puede pasar, la oficina está por allá- señala un pasillo que está cerca de recepción.
Ella no aparta su mirada de mi, lo cual provoca que la incomodidad me invada.
- Gracias.
Camino al pasillo para quedar de frente a una puerta de color marrón claro. Doy suaves golpes con mi izquierda empuñada.
-Adelante-me adentro a la oficina de paredes blancas, encontrado a una mujer alta de cabello negro y ojos azules los cuales me escuadriñan de pies a cabeza-Bienvenida Rusalka Volkova-su tono de voz es uno de seguridad y por lo que puedo apreciar a primera impresión es que ella parece tener carácter.
