𝐜𝐫𝐨𝐢𝐬𝐬𝐚𝐧𝐭, rubius

19 ;; real life + social media

JULIETTE

13 de Febrero,
Madrid

Definitivamente, el viaje a la finca fue mucho más largo de lo esperado con la nieve. Además, teníamos a una mujer embarazada (alias Lanita), una bebé prácticamente recién nacida (alias María), y un hombre que no podía aguantarse las ganas de mear cada una hora (alias Mangel). 

Hablando de Mangel, él no fue exactamente a buscarnos. Su auto fundió y no se había ni levantado. Motivo por el cual el plan tuvo que cambiar completamente. Se suponía que todos deberían estar ya allí, pero ya que el auto de Mangel se había roto, se había retrasado, y por lógica Ru y yo también. Entonces los planes cambiaron y ahora íbamos todos juntos. 

Estábamos divididos en tres autos; en el primero, íbamos Luzu (de conductor), Lana (de copiloto) y atrás, Rubén y yo. En el segundo, el auto más grande, iban Willy y Samu adelante, y atrás Silvia, Cristi (con María) y David. En el tercero, Auron y Sara, y en la parte de atrás Alex, Aro y Mangel. Faltaban Lolito y Cheeto, que les habían surgido inconvenientes de último momento y no iban a poder venir. 

En nuestro auto, la dinámica era muy sencilla. Mamá, mamá 2, y crías insufribles que charlaban todo el camino. Teníamos la suerte de que tanto Borja como Lana eran igual de habladores que Ru y yo, además de que se sumaban a los cantos y sesiones de fotos que surgieron en las 4 horas y media que teníamos de viaje. 

Y eso que todavía quedaban 3 horas más. 

Habíamos encontrado una cómoda posición para cada uno: Luzu, que estaba manejando, se había tomado dos cafés y una bebidas energéticas, por lo que estaba despierto y sorprendentemente, muy tranquilo (yo, con más de cinco cafés encima, hace 10 minutos no dejaba de hacer rebotar mi pierna mientras le dibujaba la mano a Rubén); Lana, con su tremenda panza de embarazada de 8 meses (en la puse mi mano varias veces para sentir las pataditas de Oli), estiro las piernas y dejo reposar los pies encima de la guantera al principio, pero luego los bajo y se acomodo casi acurrucada en el asiento.

Rubén y yo pensamos en ella y la tapamos con una mantita, por lo que entre eso y la almohadita que se había traído, pudo dormir un rato largo. 

Hablando de Ru y yo, estábamos bastante bien en la parte de atrás. Un poco incómodos y cansados, ya que en la noche no habíamos dormido tanto. No encontrábamos una buena posición para estar los dos cómodos, hasta que por culpa de Luzu termine cayendo en su pecho cuando él estaba todo estirado, y esa fue la posición más cómoda que encontramos, así que así nos quedamos. 

Él tenía una resaca tremenda, por lo que durmió un largo rato, al igual que Lana; solo que en vez de una almohada, era una campera y en vez de una manta, era yo. 

—¿Te han hablado los otros, Jul? 

—No no, ahora los llamo y los re cago a puteadas —reí de manera malvada, sonando casi como Alex. Agarre rápidamente mi celular, pero el movimiento sacudió a Rubén, sin embargo no lo despertó; él ajustó su agarre en mi cintura y se movió suavemente.