Por siempre

91 7 2
                                    

Ambas estábamos agitadas mirandonos fijamente. En la mirada de Char había una mezcla de confusión y arrepentimiento. Mi mejilla ardía, mi estómago ardía, y sin previo aviso comencé a vomitar.
Charlotte no dijo ni una sola palabra, solo me tomó del brazo para que yo me apoyara y me llevo a mi casa, por suerte mis padres estaban trabajando y no verían el desastre de hija que tenían.

Cuando por fin los malestares de embarazo pasaron me senté en el suelo de mi habitación recargada a mi cama, la rubia estaba encima de ésta abrazando sus piernas, llevabamos calladas desde que de mi boca salió lo del embarazo.

—¿Cuanto tienes? —por fin rompió el silencio—
—tres meses...
—oh...
—Charlotte
—no puedo creerlo —gire hacía atrás para mirarla, tenía una pequeña sonrisa. Había bajado demasiado de peso, pero seguía siendo ella, con el cabello rizado y alborotado, algunas pecas y la ropa de mil colores, la extrañaba tanto— es decir, te mentiría si no te dijera que me emociona un poco
—dime que tengo que hacer para que volvamos a ser amigas...—se quedó unos minutos en silencio, volví a sentarme y abrace mis piernas—
—sentía que por fin lo tenía todo —susurro— sentía que por fin era normal...—sabía de lo que hablaba, desde que nos conocimos de niñas era muy "extraña", aparte de su gusto por ser un arcoiris viviente, le gustaba llenarse casi todo el brazo de pulseras y brazaletes, llamaba la atención bailando y cantando, siempre dibujaba anime y le encantan los unicornios, pero los niños pueden llegar a ser muy malos, y la molestaban por que a aparte no tenía amigos... Ni yo, pero pasaba desapercibida, hasta que un día golpeo a Jack, un niño que la molestaba demasiado, ese día la llamo "puta payasa loca" Y ella odiaba que le dijeran loca, solo expresaba su felicidad, asi que no dudó de poner su puño lleno de anillos en la cara de aquel malcriado— 
—siempre lo has sido...
—quería algo diferente, por eso decidí irme de intercambio, aparte por lo mucho que me gusta la cultura... Quería salir de la aburrida rutina... No me malentiendas, tú y yo estábamos en nuestro mundo hablando de...
—chicos... Alexánder —ambas sonreímos—
—pero, sentía que debía pasar algo emocionante antes de graduarme, y pues, al parecer funcionó...
—tu eres la responsable de todo ésto —sacamos una pequeña risita—
—me sentía tan feliz teniendo amigos nuevos, ¿quien diría que Alex sería nuestro amigo? ¡Alexánder! El chico por el que todas babeaban, nuestra fantasía... Y teniendo novio por primera vez, yendo a fiestas... Y bueno, ya sabes, todo eso
—es asombroso cuánto puede cambiar todo por una decisión, si no te hubieras ido, jamás hubiera conocido a Haru, ni tú a Rin... No estaríamos así, pero prefiero mil veces estar sufriendo que jamás saber lo que es amar —volteo a verla y tenía algunas lágrimas— Char... Perdón, no debí decir eso...
—está bien, lo amaba, sé que jamás había tenido a alguién como para saber qué es el amor pero, al mirar a Rin sentía que todo estaba bien, me sentía segura, felíz, que daría cualquier cosa por que estuviera bien —limpiaba sus lágrimas— ¿por qué no me lo dijiste antes de enamorarme? —sollozaba— ¿por qué fuiste tan cruel? Tal vez así nunca me hubiera entregado a él, le di todo, ¡todo! Hasta mi inocencia, y ahora... ¿Donde está? Se fué, y se llevo éso con él —me puse de rodillas para mirarla, tenía mi cuerpo pegado a la cama y mis brazos apoyados en esta—
—lo iba a hacer pero los vi tan bien juntos que no quise arruinarlo
—lo hiciste de todas formas, y fué muy doloroso...
—no sé cómo remediarlo, pedir perdón no basta... Le arruiné la vida a todos —ahora era yo quien lloraba— Haru se irá, y me lo merezco... —comencé a llorar cómo nunca lo había hecho, sentía las lágrimas pesadas salir y caer directo a mi cama—
—oye —dijo suavemente, levante la mirada, estaba con los ojos hinchados— se que estuviste mal, pero, la verdad, me pongo en tu lugar y no sé que haría si me diera cuenta de lo que tú con Sofía y Haruka, si nos separamos por un beso, no me imagino lo que tu sientes... Bueno, ya que ellos tuvieron...
—yo tampoco se que hacer, lo amo, lo necesito, pero cuando lo miro, recuerdo todo lo que pasó y me hace odiarlo, no sé cómo sacar esta furia que tengo, esta rabia que bloquea todo sentimiento hacía él
—eso me pasa exactamente contigo, te amo, eres mi mejor amiga, pero te miro y lo miro a él... Pero siento que todos estuvimos mal, todos reaccionamos de una manera, no es tu culpa del todo que se fueran o terminemos, esa fué la reacción que cada uno tuvimos...
—Char, necesito volver a ser la chica de antes, esta alcohólica y celosa chica no soy yo, yo soy la que soñaba con su amor de película, la que quería estudiar para viajar por el mundo, vivir aventuras... Junto a mi mejor amiga...¿Que me pasó?... Quiero volver a ser yo
—no siempre seremos iguales, yo tampoco me conozco, he comenzado a... Cambiar tanto, que de pronto hago cosas que ni yo me imaginaria hacer...
—¿como qué?
—tener encuentros casuales con diferentes chicos _la miro sorprendida— ninguno me llena como Matsuoka...
—Char... Wow, y... ¿Donde? Es peligroso, ¿te proteges?
—¡claro! Cosa que tú no hiciste —ambas reímos— compañeros de clase, tipos de la Universidad... Pero, no se comparan...
—vaya, ¿Que mierda nos pasa? Esto de crecer es un asco —ambas reímos—
—de ser las marginadas a alcohólicas y ninfómanas, pero ya en serio, ¿tienes miedo? del embarazo
—me estoy cagando de miedo —me levanto del suelo y ella se pone de pie— Char, te necesito
—yo también —ambas nos abrazamos— perdón por golpearte
—perdón por haber sido una mala amiga y esconderte lo de Rin, en serio, disculpame —empezamos a llorar pero mi célular timbro e interrumpió el abrazo, camino hacía dónde tenía cargando mi móvil— ¿Hanna? —conteste de inmediato al ver el nombre de la mencionada—
estamos en el aeropuerto —se escuchaba desesperada—
¿que? ¿Tan rápido?
compró dos boletos para hoy mismo sólo había en primera clase, agarró el vuelo más cercano, es en una hora, estoy en el baño, no me dejaba llamarte, está muy molesto, deben hablar, por favor, jamás lo había visto tan feliz desde que te conoció, quiero volver a verle aquella sonrisa...
no lo sé... Él no me quiere Hanna...
—si lo dejás ir, lo perderás, se perderán, no se hagan ésto, menos ahora, se necesitan, él no me escucha, espero que tú sí me escuches, al menos uno de los dos debe ceder...
—está bien, voy para allá
—ten cuidado
—nos vemos —cuelgo y miro a la rubia— nececito ir por él
—¡vamos! —salimos corriendo, ni siquiera sabíamos a dónde ir. Fuimos al departamento de Haruka, aún tenía la llave—
—se llevó las llaves del auto
—el mío está en el taller —salimos del edificio, estábamos en medio de la calle sin saber que hacer— hay que pedir uno por la app —mi cel timbra, era Sam—
—cariño hasta que contestas, responde los mensajes aunque sea
—¿donde estas?
—estoy con Alex...
—vengan por mi, necesito ir al aeropuerto
—¿que, por qué?
—ahorita te digo, es urgente, Haru se va, Haru... Se va
—vamos para allá...—

—¿A dónde va Haru? ¿Que está pasando? ¿Desde cuando se hablan?  —preguntaba ansioso Sam, quien iba en el asiento trasero con Char—
—a Japón, desde hace unos minutos y estoy embarazada
—¡¿QUE?! —gritaron ambos—
—¿cuanto tienes? —pregunta el Británico—
—¿donde lo procrearon? —pregunta Alex—
—tengo tres meses, y si hacemos cuentas, tal vez en el cumpleaños de Sam —todos reímos—
—¿por que pelearon?, Cuándo llegó Haru al hospital pensé que todo se resolvería... Se quedó toda la mañana contigo, pensé que para la noche ya estarían bien
—pues apenas se está ocultando el sol —contesta Charlotte—
—peleamos por lo de siempre, no puedo avanzar Sam, no puedo... No puedo perdonar, ni perdonarme...
—es difícil —habla Alexánder— mucho, pero tienes que hacerlo, no pienses en "¿que hubiera pasado si?" Mejor piensa en lo que esta pasando y cómo vas a hacer para resolverlo
—¿y si no puedo resolverlo? —traga un gran nudo y sonríe—
—déjalo ir, a veces por amor tenemos que hacer cosas que no queremos, cómo dejar ir a las personas que amamos —todos sonreímos y tocamos su hombro, pues él sabía muy bien lo que era dejar ir. Pasaron unos minutos, el camino era largo, miraba por la ventana inventando algún discurso lo suficientemente bueno para que Haru no se fuera. Al llegar corrimos por todo el lugar, marcaba al cel de Hanna pero me mandaba a buzón, estaba temblando, por suerte Char pregunta dónde estaba la línea para abordar hacía Japón, nos dieron la ubicación y corrí con cuidado, pues me daba miedo por el bebé. A lo lejos vi al asiático sentado esperando, miré a mis amigos y me abrazaron, me armé de valor y caminé hacia él, pero su vuelo fue anunciado, se puso de pie y comenzó a caminar junto a Hanna, llegué rápido hasta él y lo tomé del brazo para después abrazarlo—
—No te vayas —mi respiración era agitada, su respiración igual— yo... —mi voz temblaba, sus ojos brillaban, talvez porque había llorado tanto cómo yo, pero aún así estaba hermoso, cómo siempre, en cambio yo estaba hecha un desastre— ¡no te vayas!... —lo suelto lentamente— Perdón, por todo, la... Cagué, horrible, y no sé que más decir, tenía un discurso en mi cabeza que hice en el camino e iba a ser hermoso pero, se borró, y yo sólo te pido que no te vayas —cierro los ojos con fuerza— te amo, jamás dejé de hacerlo, sólo que el odio me cegó y me hizo hacer y decir cosas que estaban mal... Y no quiero echarle la culpa al embarazo pero, las mujeres nos volvemos muy hormonales y eso viene con cambios físicos, dolores, náuseas, y nos poemos muy sensibles... y bueno, tal vez por eso no podía perdonarte pero creeme que ya esta todo en el pasado, recuperé a mis amigos... Haru no te vayas, por favor... —comencé a temblar— sé que tal vez estoy diciendo tonterías, o no sé, pero aquí estoy, recién salida del Hospital con una noticia grande, toda descuidada y desnutrida, mi cabello un desastre y una mancha de vomito en mi suéter, pero aquí estoy, por ti... Y di algo porfavor que muero de nervios por que no quiero que pierdas el vuelo, porqué un amigo dijo que amar es dejar ir y si te quieres ir... —me besó, estaba muy sorprendida, decía las cosas rápido y temblando que me tomó desprevenida—
—cásate conmigo
—Haru... —comencé a llorar—
—la verdad es que... No me quería ir, pero no quería atormentarte con mi presencia... Sé de mi error y créeme que me arrepiento haberte hecho sufrir así, jamás volveré a mentirte
—yo tampoco...
—dejemos todo atrás, ¿si?empecemos de nuevo, que sólo queden los buenos recuerdos —asentí— y no me importa cómo estés, así te amo, ya sea en un hermoso vestido bajo las luces de París o en un aeropuerto con la ropa vomitada, así eres hermosa, y no sabes... —sus ojos se llenaron de lágrimas— cómo me alivia que hayas venido por mí —nos damos un fuerte abrazo— te amo —me toma de la cara y me planta besos por todos lados— te amo
—perdón por interrumpir... Pero —se acerca Alex— ¿la besaste y vómito, o escuche mal? —todos empezamos a reír entre lágrimas, le doy un abrazo a Hanna y le doy las gracias por todo, Haru reía mientras nos felicitaban por el bebé, de pronto todo se sintió que esta bien, y así quería que fuera por siempre.—

El siguiente capítulo será el último ✨

¡Hola! Feliz Navidad🎄🎅🔔❄ y Feliz Año nuevo ✨💕 espero que a todxs les vaya muy bien este año. Los tkm. Y el próximo cap será el final de esta historia 😢. Quiero explorar otros tipos de narración y experimentar con otros géneros. Así que habrá otro fic. Pero Haruka tomará un descanso después de esta trilogía y tal vez vuelva mas adelante. 🤭 hasta pronto

El Chico Asiático 三 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora