Eres tú quien gobierna mi mente con su actitud, quien ata con sus lazos de pinchos mi corazón Eres tú quien no se cansa de herir cada esquina de mi existir
Y aun así te quiero
Pero hoy con mis alas rotas me voy, alguien me las arreglará, no hace falta una palabra más
Pero hoy sé que debo quererme, de tu presencia esconderme, huyo de tu maldad
Fuiste tú quien utilizó mi bondad para aprovechar cada parte de mi intimidad
Sé que la gente no cambia
Sólo se cansa de actuar
Pero hoy tengo mis cartas echadas
La puerta está cerrada
Y esta vez no hay ventanas.
Carmen Delia