8 Pt. 2

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TaeHyung salió corriendo de la habitación cuando vio a su pareja hacer lo mismo. JungKook estaba en el umbral de la puerta principal, acomodando los botones restantes de su camisa —que yacía en el salón con anterioridad— y tomando además su saco de vestir.

—JungKook, por favor espera.

—No quiero hablar ahora, Kim.

—Amor... por favor.

El alfa no hizo movimiento alguno. Por unos segundos tortuosos, el silencio incómodo —aquel que ya no solía visitarlos— los inundó tan pronto ambos detuvieron su andar. TaeHyung quería acercarse, pero temía que, si lo hacía, JungKook saldría por esa puerta antes de que pudiera alcanzarlo.

—Creí que ya lo habíamos hablado, TaeHyung.

—Sí, lo hicimos.

—¿Entonces? Deja de insistir de una vez.

—¿Qué si quiero correr el riesgo contigo?

—No lo entiendes, Tae. Soy yo quien no quiere tomar ese riesgo. No puedo ser tan egoísta.

—Vaya, y como primer acto de valentía, sales corriendo en mi primera insinuación, ¿no es así? —soltó con molestia.

—No empieces, TaeHyung.

— ¿Cuántas veces tengo que decirte que quiero intentarlo? ¿Eh? JungKook, yo-

—Sí TaeHyung, tu omega está listo para esto, pero... ¿Has pensando lo que yo siento al respecto? ¿Has pensado que, tal vez, me gustaría tener una postura al respecto, saber lo que mi alfa quiere? Si quiera... al menos poder conocerlo.

No, no lo sabía, porque el mismo JungKook no lo hacía.

Las manos, y el ser extremo de TaeHyung, comenzaron a temblar de un miedo repentino del que no quería conocer su causa. 

Lamentablemente, tenía un omega demasiado astuto e intuitivo que, podía asegurar, ya sospechaba lo que él quería ignorar.

—No puedo hacerlo TaeHyung... —continuó el alfa. Se recargó en la puerta, incapaz de poder dirigirle la mirada al omega—. Yo... No puedes tener ni una mínima idea de cuánto te amo, ¿pero entiendes algo también? Tú anhelas formar una familia conmigo, sin importar qué. ¿Te has preguntado lo frustrante que es para mí que, en cinco años de relación, ni siquiera he podido poner una estúpida marca en tu cuello, sabiendo cuanto ambos lo queremos? Cuanto lo necesitamos... —Comenzó a negar, con las emociones a flor de piel, y la tristeza golpeando sus párpados—. No quiero TaeHyung, no puedo simplemente venir a arrebatarte lo que más quieres... y lo peor es no poder dártelo, porque no me perteneces.

—Pero yo soy tu novio —dijo, con un hilo frágil de voz.

—¿Y quién dice que seas mi omega?

—¿Acaso importa si no lo soy para una estúpida fuerza que decide a su conveniencia quiénes o no deberían estar juntos?

—Importa porque implicaría que allá afuera hay un alfa que sí puede darte una familia.

—Yo decidí estar contigo, eso debería ser más importante. Yo te elegí como mi alfa, dime por qué tú no puedes hacer lo mismo.

—Tú y yo no somos quienes decidimos, TaeHyung.

El omega estaba demasiado delicado. Su corazón se estrujaba con cada palabra, y lo único que quería más que nada era correr a los brazos de JungKook y pedirle que dejara de decir esas cosas tan horribles que lo lo lastimaban, queriéndole hacer ver que él lo amaba. Que su omega y él le pertenecían, sin necesitar de una marca para demostrarlo.

Tokki | ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora