January melancholy L.S

Prologo

Día lluvioso, nubes grises y un poco de neblina que precioso día para ser Londres. Louis presenciaba todo desde una preciosa cafetería a la que suele frecuentar con una de sus hermanas Isabella Tomlinson una hermosa chica de veintidós años quién para su edad, según Louis, debería estar más involucrada en su vida social que laboral, pero la vida es injusta con la familia Tomlinson.

Louis es dueño de unos de los hospitales más nombrados e importantes en todo el pais en tener los mejores servicios para personas con cáncer, el instituto de cancerología T.

El motivo por el que decidió tomar prestar este servicio al mundo se remonta en su pasado con un trasfondo oscuro. Estaba decidiendo que era lo mejor para su futuro, un adolescente tratando de encontrar su vocación entre las milés que podrían dejarlo en la calle, pero todo dio un giro inesperado, había recibido la noticia que tomo las riendas de su vida, su madre había sido diagnosticada con cáncer mieloma, causado por un tumor en la medula ósea, eso devasto por completo a la familia.

La impotencia que sintió en ese momento fue indescriptible, quiso romper todo a su paso, llevarse a su madre y protegerla, así como ella lo había hecho tantas veces en su niñez. Pero no importaba cuantas veces deseaba volver al pasado e impedirlo, no había nada que pudiera hacer al respecto. La única opción que se planteo fue ayudar a su madre en todo lo que fuera posible.

May Tomlinson veía con desdicha como su hijo mayor procuraba tomar cualquier empleo contar de sustentar lo que hiciera falta en su hogar, horas y horas de arduo trabajo para un adolescente de dieciocho años. fue un peso bastante grande con el que Louis decidió cargar.

Pero las horas de trabajo no eran extenuantes comparadas con las situaciones a las que se enfrentaba, ver como su madre tenía fiebres de temperaturas altas y luego estaban las hemorragias que la dejaban tan débil al punto de dejarla en cama, el cómo Louis distraía a sus dos hermanas menores para borrar la realidad en la que Vivian, mientras su padre intentaba auxiliarla para que la sangre o la fiebre cesaran.

Debido a las constantes hemorragias, tuvieron que internar a May en un hospital especializado, entre Louis y su padre Mark dividían su tiempo para poder visitarla y llevar a las niñas, fueron meses de sacrificio, Incluso durante ese año, trabajo fuertemente terminando de ahorrar para una buena universidad, todo con un único propósito en mente, proteger a su madre.

A los diecinueve, inicios sus estudios para especializarse en oncología, cuatro años de esfuerzo bastaron para ser el mejor de su carrera y otros dos años para lograr obtener su propia institución en la que ahora se encuentra May, con los mejores especialistas incluyéndolo a él.

May de vez en cuando demuestra mejoras, pero hay días en los que no soporta ni los suaves toques, hacia unas horas ella se había enojado por ello.

­–Deberías descansar un poco, te ves demasiado cansado– Enuncio Isabella con semblante preocupado

Intento relajarse –Lo sé, pero no ha sido un buen día para ella, eso me tiene indispuesto– arrugo el entrecejo

Suspiro con cansancio – Louis no lleves esta carga tu solo, somos parte de la situación, Evelin y papá, todos te apoyamos, por favor entiende

Asintió –Isabella sé muy bien que tengo su apoyo, pero es difícil cuando he intentado con numerosos estudios y ella no muestra una mejora, es demasiado frustrante– comento enojado y serio.

Ella se acercó para dejar suaves caricias en el dorso de su mano en símbolo de comprensión –Tal vez, deberías enfocarte en otros objetivos que no sean solo mamá, como otro tipo de distracciones, ¿hace cuanto no sales con alguien?

Y es uno de los temas que ha evitado durante los últimos años, Isabella es consciente de su inusual vida amoroso, lo cierto es que nunca ha tenido una pareja estable, la única vez que lo intento perduro un mes, con una chica en la secundaria, pero solo era un tema sexual, a esa edad las hormonas son un poco inestables y una que otra vez en la universidad, pero nada más allá.

–No empieces con eso de nuevo por favor, mis prioridades siempre van a ser cosas más importantes, no tengo planeado encontrar a nadie y mucho menos ahora que mamá necesita de toda mi atención– tallo sus ojos con cansancio.

–Bueno, al menos lo intente– suspiro y dirigió su mirada hacia el gran ventanal de la cafetería.