-Fred, hijo, es la quinta vez que te vengo a decir que apagues eso.- bufo Richard, mientras veía a su niño absorto en el juego de la play.
-Perdon, pa, es que estamos con los chicos.- haciendo alusión a sus auriculares con los que se comunicaba con sus amigos.
-Has estado con ellos todo el día, Fred, y pueden serguir mañana, vamos, a la cama.- volvió a ordenar su padre, pero el chico negó con la cabeza.
-Noo, porfis, un ratito más.- rogó el niño nuevamente.
-No, hijito, ya es tarde, ni siquiera te has bañado.- el mayor rodó los ojos, debería haberle hecho caso a su esposa y haberse encargado él de dormir a Alex y dejarla a ella con Fred, pero es que últimamente era Sophia la que sufría para que el mocoso se fuera a acostar y él quería salvarla esa vez.
-Esta última partida.
-Dijiste eso las últimas dos veces, jovencito, no son horas de estar jugando. Andando, a la cama, no te lo repito.
-Por favor, papiii.- le hizo ojitos pero el rubio ya no estaba para tonterías.
-Cuento tres y llevo dos, Frederick.- el niño rodó los ojos.- Dos y medio.- habló papá nuevamente ya perdiendo la paciencia.
Richard levantó la ceja al ver como su hijo no hacia ni el intento de levantarse. Ya enfadado se acercó rápidamente al televisor y lo apago abruptamente, el chico se iba a quejar principalmente porque haciendo eso habia perdido sus avances, pero no le dio tiempo. Su padre lo levantó del sofa de un brazo y lo encaminó a su cuarto a punta de nalgadas.
-¿Tanto costaba obedecer? Sabes perfectamente tu horario para dormir.
SWAT auu SWAT oww SWAT papii...
-Todas las noches son una lucha para que el señorito se vaya a dormir.
SWAT SWAT ayy SWAT ousshh SWAT paaa
-Ya no habrán más advertencias, ni cinco minutos, ni nada. La próxima que no obedezcas a la primera, esto es lo que te vas a ganar.
SWAT ayyaa SWAT nooo SWAT dueleee SWAT papiii
-Shh, shh, ya está, mi amor, ya está.- lo abrazó contra su pecho y comenzó a acariciarle la espalda.- Vamos, bebé, a dormir.- le beso la coronilla y se separó un poquito para abrir las sábanas y acostarlo.- Mi chiquito.- sonrió Richard mientras el niño se acomodaba en la cama.- No me gusta ser el malo, corazón, por favor, obedece a los papás.
-Perdón, papi.- hizo un tierno puchero y su papá le acarició los rizos.
-Esta todo perdonado, mi principito, pero a la próxima obedece.- el niño asintió.
-Es que no me gusta dormir.- murmuró Fred, y Richard solo pudo fruncir el ceño.- Desde hace un par de dias que tengo sueños muy feos.- explicó tras ver el rostro de su padre.
-Hijito, pero ¿Porque no nos dijiste?- el corazón del mayor se comprimio tras oir ese susurro lastimero de su pequeño.- Mi amor, no tienes que pasar por eso solito.- le acarició la mejilla y abrió las sábanas nuevamente.- Vamos, a dormir con mamá y papá, a velar los sueños de mi bebito.- tomo la almohada de su hijo, con conocimiento de que el niño no podía dormir sin ella, y lo instó a levantarse de la cama.
-Ya estoy grande para dormir con ustedes.- argumento, sin embargo se apegó a su papá en un abrazo y comenzó a caminar a su lado hacia el cuarto de sus padres.
Sophia esperaba a su marido ya en la cama, terminando el ultimo capítulo de uno se sus libros favoritos, cuando vio entrar a su bebé mayor.
-¿Todo bien, bebito?- cerró el libro y salio de entre las sábanas para acercarse a su niño y examinarlo.
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The Royal Family
RandomFormar una familia de manera poco convencional, lidiar con problemas típicos de niños y dramas adolescentes... y al mismo tiempo tener que criar a sus hijos en un mundo rodeado de lujos, obligaciones y exposición mediática... es todo un reto. ADVER...