Capítulo 8

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Richard y Sophia se encontraban sentados uno a cada lado de la cama del niño. Hacia media hora que se habían asegurado de que su organismo estaba limpio de somníferos y solo restaba esperar a que abriera sus ojitos.

Alex estaba en el palacio con sus abuelos, y su tío Philip haciendo un cartel enorme de bienvenida para su hermanito que había estado mucho tiempo fuera de casa. Como le habían extrañado.

-Mmm...- murmuró el muchacho tendido en su cama. Se movió levemente y luego permaneció quieto. Richard aprovechó para comenzar a acariciarle el cabello y así instarlo a despertar.-Mmm...- gimió Fred nuevamente e hizo el intento de abrir sus ojos, pero la luz de la habitación no se lo permitía.

-Shh, shh, hola, mi amor.- susurró Sophia, sabía que quizás sus músculos estaban agarrotados por la falta de movilidad y que eso podía ponerle nervioso.

-Hola.- respondió el chico, bostezando.

-Abre tus ojitos, campeón.- animó Richard, y finalmente sus ojos de avellanas se mostraron a los príncipes.

-Hey, mi bello durmiente.- Sophie le dio un beso largo en la frente y luego Richard le imitó.

-¿Donde estoy?- los habían entrenado para esa pregunta. Debían responderle de forma concisa y sin entrar en muchos detalles. Aún era un tema delicado para hablar y Fred era quien debía iniciar esa conversación.

-En la clínica, cariño. Tuviste un ataque de nervios cuando papá estaba por castigarte.- respondió Sophie, y le dieron el tiempo que necesitaba el niño para hacer memoria y responderle.

Aparentemente, no le importó que ellos se enteraran de lo que le había pasado, más bien le importó otra cosa.

-¿Sigues enfadado conmigo?- preguntó el niño y Richard sonrió.

-Claro que no, cariño.- le dio un besito en la mano que estaba sosteniendo y le acarició la mejilla.

-¿Me vas a castigar?- preguntó esta vez con un puchero.

-¿Vas a volver a llamarme así y a faltarme al respeto?-el chico negó.- Pues ya esta, no voy a castigar tu colita, hijo.- ya ni se acordaba de que le iba a castigar, más bien.

Habían hablado con el psicólogo de Frederick respecto a ese tema, no querían ocasionar un colapso en el pequeño nuevamente solo por darle un correctivo pero el hombre les respondió con sinceridad:

-Si se porta mal, obtiene un castigo. Sé que ahora están muy afectados por eso pero piénsenlo así: Era la primera vez que se metía en lios estando a su cargo y usted le desnudó el trasero. Fue una reacción causada por el miedo y la ansiedad, se transportó a uno de sus múltiples abusos. Ya no hay de que preocuparse, lo trataron amorosamente, le consolaron y mimaron.

Sophia tan solo sonrió y le dio un besito en la mejilla al niño. Estaba feliz de verle abrir sus ojitos y estar lucido como para darse cuenta, los últimos días Fred había actuado en automático, hacía lo que le decían como si fuese un robot, inconsciente totalmente de lo que sucedía a su alrededor.

-Vas a pasar la noche aquí, cielo, papá va a quedarse contigo y yo volveré mañana temprano para llevarles a casa.- le informó.- En unos minutos vendrá el médico para revisarte, ¿vale?- Freddie asintió pero con una mueca de desagrado en su rostro.

-¿No puedo irme ahora?- hizo un adorable puchero para intentar persuadir a los príncipes, pero no solo no lo logró sino que un par de dedos de Richard se lo desarmaron.

The Royal FamilyWhere stories live. Discover now