-Hola, John.- le saludó Sophia, mientras subía las escaleras con su pequeña dormida en brazos.
-Buenas noches, Sophi.- dejó que la mujer se marchara y se concentró en su mejor amigo.-¿Nos ponemos cómodos?
Se dirigieron a la sala a esperar a que Sophia volviera luego de dejar a Alex dormidita en su cama. Esa niña era todo un angelito a los ojos de los príncipes, era su pequeña bendición y estaban dispuestos a cuidarla y amarla cualquiera fuera el resultado.
-Que descanses bien, mi amor.- le dio un beso en la coronilla y, tras arroparla, decidió que era momento de bajar y conocer el resultado de aquellos exámenes.
Llegó a la sala justo cuando Richard le estaba enseñando a John los papeles que Martin les había llevado esa tarde.
-Me acuerdo de ella... ¿Como se llamaba?
-Savahana... la conocimos esa vez que huimos del baile de presentación,¿recuerdas?
-Como olvidarlo.- se río el otro, observando la fotografía de la niña.- Es una verdadera Clermont.
-Así es.- acotó la mujer, mientras tomaba entre sus manos la fotografía de Frederick.- Tiene los ojos de su madre.- murmuró con una sonrisa, deseando que ese niño formara parte de su familia.- Debemos traerlo a casa pronto.
-Un paso a la vez, amiga.- le interrumpió John, y señaló el sobre del hospital.- Primero esto.- y se dispuso a abrirlo bajo la atenta y curiosa mirada de sus mejores amigos.
-¿Y?
-¿Qué dice, John?
-Dice que tengo una sobrina.-y Richard besó a su mujer apasionadamente luego de esa noticia. Alex era suya, su hija, su bebé.- Felicidades, es una niña.-y fundió a sus mejores amigos en un fuerte abrazo.
-Dios.- Sophie se limpió las lágrimas de sus ojos y sonrió mirando a su marido.- Tenemos una bebé.
-Tenemos una bebé.- afirmó el hombre.
-Necesitas llamar a tus padres, yo hablaré con los míos y los abogados.- dicho esto Sophi se puso de pie, más sin embargo ambos hombres la detuvieron.
-Es muy tarde, cariño, y no podremos hacer nada hasta mañana por la mañana.-le anunció su marido, mirándola a los ojos.
-Quiero hacer el reconocimiento oficial de Alex lo más pronto posible, Richard, es así como podré adoptarla.
-Puedes adoptarla de cualquier forma, amiga, eres la princesa y futura reina del país, ¿crees que te negarán la maternidad de una niña? ¿Bajo qué términos?- bromeó John con la mujer mientras la tomaba de la mano y la volvía a sentar en el sillón.
-Además, lo ideal es la reestructuración familiar, ¿no?- mencionó su esposo, apuntando la foto de Frederick.
-¿Una adopcion múltiple?- ambos asintieron.- Tienen razón, nada va a cambiar por un par de horas...-suspiró y tras un par de segundos sus ojos se abrieron como platos.- ¿Saben como se pondrá el mundo entero con esta noticia? ¿El parlamento? Normalmente tienen nueve meses para acostumbrarse a la llegada de un nuevo heredero, ahora vienen dos y uno tiene diecisiete años.
-Por eso mismo, no te apresures. No queremos un escándalo mundial tan pronto.- le sonrió su marido dándole un beso.- Pero si tienes razón en algo, debo marcarle a mi madre.- Richard se levantó de su lugar y miró a su pareja y amigo.- Deseenme suerte, me va a matar al saber que tuve relaciones con una mujer de 30 a mis 26 y no me cuidé.
-Suerte.- murmuraron ambos, y lo vieron salir de la habitación con una cara compungida.
-¿Y esa carita?- preguntó John viendo el rostro de su amiga.
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The Royal Family
De TodoFormar una familia de manera poco convencional, lidiar con problemas típicos de niños y dramas adolescentes... y al mismo tiempo tener que criar a sus hijos en un mundo rodeado de lujos, obligaciones y exposición mediática... es todo un reto. ADVER...