Kinktober 2021 - Stuckony

5. Gunplay/Knifeplay

Tony es un alma rebelde, no acata órdenes.

En el momento que los soldados le informaron que no estarían disponibles durante el fin semana debido a un entrenamiento en campo abierto que tendría lugar en algún punto lejano de la ciudad en donde era bien sabido que no había ni señal, a Tony no le importó asistir sin invitación alguna. No pensaba quedarse ese fin de semana sin hacer algo divertido, además llevaba mucho tiempo sin acampar y qué mejor que con sus hombretones.

Que tuviera el atrevimiento de llegar en camiseta, jeans y tenis no cayó en la gracia de aquel par de estrictos miembros del ejército. No era secreyo que Tony solía ser popular entre hombres y mujeres. Algo de lo que, evidentemente, Tony presumía.

Gran chasco se llevó el ingeniero al ser ignorado por sus dos hombres, era como si fuera invisible y eso, eso no le hizo gracia alguna. Se pasó todo el día siguiéndolos como perrito faldero, observó la práctica, los disparos y el manejo de cuchillo que Steve y Bucky dominaban. Al final el sólo se dedicó a darles agua y a servir la comida a todo el grupo, hizo buenas migas con un par de cadetes y también se topó a Sharon Carter, la cadete no fue nada disimulada al coquetearle. Acción que no pasó desapercibida por los mandamás y que provocó una práctica aún más pesada e intensa.

Alrededor de las 7 de la tarde dieron por terminada la práctica, todos tuvieron que ir por agua al riachuelo que quedaba a un kilómetro si querían ducharse. Tony fue uno de los últimos en darse una ducha, en el camino de regreso se topó a Sharon así que tuvieron una amena charla sobre el estado de salud de la veterana Peggy Carter. Durante la cena, siguieron la charla bajo el marcado malhumor de Steve y Bucky.

Tony armó la casa de campaña mientras Steve y Bucky descansaban un rato. Una vez dentro, se dio cuenta que el espacio era demasiado pequeño para tres personas pero eso no significó problema alguno para los ojiazules. El arreglo fue simple, Bucky en el lado izquierdo, Tony en medio y Steve del lado derecho.

—Necesito ir al baño —Tony lleva aguantándose las ganas de orinar desde hacía una hora pero no había querido despertar a Steve o a Bucky, no podía ignorar que estaban muy cansados pero él ya no aguantaba un minuto más—. Steveeeee, Buckarooooo, por favoooor.

Bucky sólo se estira y abraza a Tony. Steve sigue roncando sonoramente aferrado a su cintura. Tony ya no soporta las ganas de hacer pipí y enojado, se zafa del agarre de ambos. No le importa si pisa a alguno, tampoco le importa si hay algún animal afuera, morirá pero con la vejiga vacía. Desliza el cierre de la casa de campaña y sale a la intemperie. El frío nocturno le pega en todo el cuerpo, provocándole escalofríos.

Son 5 casas de campaña que están ubicadas a lo largo del claro, Tony necesita alejarse bastante para que no le escuchen orinar. Se interna en el espeso bosque, allí donde la luz de la luna no alcanza a llegar. Todo es oscuro y sólo se oye el sonido de sus pisadas y de los insectos.

Steve y Bucky acechan a Tony que está dándoles la espalda. No por nada son expertos en el tema de campo traviesa y el espionaje. Un simple movimiento de cabeza es la señal entre ellos.

Tony es empujado en contra del tronco del árbol que tiene frente a él mientras rápidamente es amordazado. Sus manos han sido sujetas con fuerza, la oscuridad del bosque no permite que su visión sea del todo clara pero reconoce a la perfección aquellos aromas.

—¿Te atreves a presentarte sin avisar a un entrenamiento militar y vestido de esa forma? ¿Y todavía te pones a coquetear? —Es la estricta voz de Bucky que resuena a sus espaldas— ¿Sabes la clase de comentarios que hemos escuchado por parte de los y las cadetes?
—¿Qué estabas pensando? —Steve hace más fuerte el agarre sobre las manos de Tony— Bueno, eso no importa porque ahora aprenderás a no hacer lo que quieras cuando se trata de nuestros trabajos, Anthony.