Mamá de 12 -© Clan Komori [Diabolik lovers]

D i e c i s i e t e

—Entonces... ¿Todos aquí en realidad somos un experimento del abuelo para poder matarlo algún día?

Eva miraba con preocupación a sus hermanos. Los había encontrado reunidos en la biblioteca junto a Justin mientras buscaban a Haruto, sin embargo; también se toparon al resto de ellos, exceptuando la los bebés y los dos más pequeños que seguramente estarían en sus siestas de la tarde.

—Se supone que ese es su deseo desde un inicio. —Aclaró Kyoshi con aburrimiento sentado en un sofá—Los que tienen el apellido Mukami no aplica, ya que no son de sangre completamente pura.

—¿Y como se supone que yo vaya a hacer tal cosa? Con un balonazo en la cara ya me estoy desangrando. —Protestó Haruto con el ceño fruncido.

—Pe-pero yo no quiero matar al abuelo. —Kaname como de costumbre empezó a llorar.

Koemi se acomodó detrás de los pies de Rini. Eso sonaba espantoso, por lo menos no tenía que pasar por algo como eso.

—¿Que? Ninguno de mis padres me comentó algo al respecto.— Dijo Shunny levantándose de su sitio.

—A mi si que menos.—Apoyó Rini.

—A mi si.—El pelinegro como si nada, se levantó estirandose.—Aunque sólo fue un comentario, nada en que mi padre me dijo que debía tomarme enserio si no quería hacerlo. Total, nunca he tenido broncas con el abuelo así que me daba igual. 

—¿Sabes algo más al respecto de eso?

—Mmm... Se supone que somos la nueva raza mestiza de una humana con el corazón de una mujer de primera sangre, Cordelia. —Explicó—Y la de vampiros pura sangre .

—¿Cordelia?—A la oji verde se le hizo extrañamente familiar aquel nombre.—¿Que hay de Shinichi-kun y Yuu?

—En el caso del bebé y el cachorro es otra historia aparte. Los fundadores necesitaban a mamá para salvar su extinción, no para experimentación.

Kyoshi también mencionó que el único fin de Karlheinz no era solo matarlo, sino también crear una raza humana pero con poderes. Una idea que nació desde la extensión de la enfermedad del Endzeit que solo atacaba a los fundadores, ya que se estaba extinguiendo.

Aparentemente todos salieron con ese sentir humano, un punto a favor. Mas, físicamente no eran muy mortales. Algunos débiles eso si, pero no mortales como un humano corriente.

—¿Que?—Sonó como un auténtico coro ensayado.

A pesar de que los ocho niños permanecieron completamente callados como unos nietos escuchando las historias viejas de  un abuelo, parpadeaban confundidos sin entender ni pío. No tenían idea de que era el Endzeit, ni que su madre llevará un corazón ajeno, entre un montón de detalles.

—¡Agh! Saben que, ¿Por que no le preguntan a sus padres? Se me hace extraño que especialmente ustedes—Señaló a Eva y a Kaname—Ni sepan ni quien es Cordelia.