N u e v e

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Inspirado en el videojuego "Diabolik Lovers, Vandead Carnival"

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Inspirado en el videojuego "Diabolik Lovers, Vandead Carnival"

—Te veo pensativo

Kou levantó la cabeza para fijar sus ojos azulados en los de su hermano unos segundos hasta que él volvió a mirar al pequeño enfrente que alimentaba con una cuchara.

—Uh, ¿Eso es compota de mango?—Se distrajo a punto de estirar la mano para alcanzar dicho dulce, a lo que se vio frustrado por un manotazo de Ruki.

—Dejaste de ser un bebé hace siglos. —Le miró mal—¿Que ocurre?

Su hermano menor levantó los hombros volviendo a poner un rostro deprimido.

—Koemi-chan ha estado evitandome desde ayer. No se que le pasa.

El tic-toc del reloj de la sala de estar y el tintinear de la cuchara contra el frasco de vidrio con compota era lo único que rompía el silencio. Se había echado a pensar desde el día anterior por que la niña no paraba de evitarlo como la peste negando cualquier cosa que le propusiera, apenas y le respondía alguna pregunta por educación.

—Kou. ¿Le has comentado sobre quién eres en realidad?

—No.

Los ojos del mayor rodaron dejando en la mesa de estar el frasco ya vacío.

—¿No? ¿Y que es lo que esperas? Va una semana.

—No es tan fácil. Se veía tan feliz sin necesidad de saber nada. —Se excusó, pero bien sabía que debía hacerlo. Yui se lo dijo también.

La semana pasada, en donde se supone que irían a aquel Carnaval –De la que por segunda vez los demás se quejaron, quizás un poco menos de tener que asistir– Por cuestiones de la aproximada boda y entre otras reuniones, no les quedó de otra que aplazarla. La mayoría –Especialmente la hija de Laito– se decepcionaron bastante quedando "Vestidos y alborotados". Pero entre ese tiempo transcurría, empezaron a conocerse mejor, acudiendo incluso a dinámicas lúdicas ridículas de preescolar para una mejor presentación –Petición de Yui.

—Ella pensaba que era un juego. Quizás se dio cuenta por medio de alguno de los demás.

—Cosa que fue peor.

El chico suspiró. Los juegos eran divertidos, a Koemi le pareció divierto hasta enterarse de la realidad, una muy extraña hasta para él hace tan solo siete días.

—¿Que propones?

—Es muy fácil, explicarle ¿Que otra cosa podrías decir?

Las doradas dejas del Mukami se fruncieron. Claro que eso debía hacer, pero esperaba una sugerencia más estratégica para solucionar el asunto.

Mamá de 12 -© Clan Komori [Diabolik lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora